A falta de una mayor oferta de materiales de construcción para satisfacer la demanda de la población, en Cumanayagua adoptan diversas medidas en la Cadena de Tiendas Caribe para regular la venta, aunque la emisora estatal de ese municipio alega que las nuevas disposiciones tienen como objetivo evitar el acaparamiento y posterior reventa de tan codiciados productos.
En conversación con la estatal Radio Cumanayagua, perteneciente a la provincia de Cienfuegos, Pedro Julio Cabezas Águila, presidente del Consejo popular de Rafelito, explicó que para facilitar la adquisición de cemento liberado, los interesados deben llevar la licencia de construcción que tienen a su favor para la ejecución de obras de manera personal y no a través de terceros.
Águila también explica que deberán mostrar el carnet de identidad que avale que este documento obra a su favor, para así poder ejecutar la compra de 20 bolsas del producto.
En el caso de los que estén inmersos en obras de menor envergadura y que no cuenten con documento alguno, solo podrán adquirir 10 sacos de cemento.
Radio Cumanayagua agregó en un artículo publicado en su sitio web que con el objetivo de facilitar de manera organizada la venta de cemento en la dependencia de la Cadena Caribe en Cumanayagua, funciona una comisión integrada por representantes de organizaciones que agrupan a diferentes impedidos físicos, ACLIFIM, ANSOC, ANCI, además del presidente del Consejo Popular y el jefe de sector.
La nueva disposición se suma a otras que en los últimos meses ha estado implementando el régimen de los Castro para regular la venta de materiales de construcción al pueblo.
Recordemos que este mes de marzo se hizo efectivo en la provincia de Cienfuegos, y en otras como Santiago de Cuba y Guantánamo, una disposición del régimen que regula el comercio de materiales de construcción en los puntos de ventas estatales solo a través de tarjetas magnéticas.
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En ambos casos hay que tener en cuenta que la venta liberada de materiales de la construcción es un pilar fundamental en la edificación de viviendas por esfuerzo propio, y que esto en lugar de beneficiar a los clientes, puede convertirse en un obstáculo para mejorar a corto plazo la calidad de vida de los habitantes de Cumanayagua, y del resto de los cubanos, de implementarse en otras regiones del país.
Tengamos en cuenta que según cifras oficiales, solo en La Habana existe un déficit de 206.000 viviendas. La provincia de Camagüey por su parte registra una falta de 71.000 hogares, mientras que las orientales Holguín y Santiago de Cuba son las más afectadas después de La Habana, con 147.000 y 103.000, respectivamente.