Durante meses los coleros y revendedores fueron el enemigo público del régimen cubano; ahora el acecho sobre ellos regresa. La dictadura reactiva su campaña de descrédito una vez más.
Según un tuit de la cuenta oficial de la Presidencia de Cuba el presidente designado Miguel Díaz-Canel dirigió una reunión en Pinar del Río. Uno de los temas centrales del encuentro fue el enfrentamiento a coleros en tiempos de pandemia.
Al parecer otras reuniones de esta índole se repetirán en todo el país:
“El presidente @DiazCanelB y el primer ministro @MMarreroCruz dirigen reunión en #PinardelRío para evaluar situación de la #Covid19, implementación de la #TareaOrdenamiento, la producción de alimentos y la operación contra coleros. Es parte de un ciclo de reuniones en todo el país”.
Un reporte en el diario oficialista Granma señala que en las conversaciones en la más occidental de las provincias cubanas, las autoridades del régimen debatieron sobre coleros, revendedores y acaparadores, producción de alimentos y “las medidas que se adoptan para contener la epidemia de la COVID-19”.
Por otro lado, luego del anuncio de la “Tarea Ordenamiento” y del inicio de la inflación en la Isla, las solicitudes de empleo en Pinar del Río han aumentado.
Con respecto a esto último Díaz-Canel Bermúdez dijo: “La gente se está dando cuenta de que es necesario trabajar para tener ingresos y poder llevar una vida digna con su familia”.
Para la dictadura quienes revenden productos no se ganan dignamente la vida. Por ellos los acosan y han usado a los medios de propaganda para crear una matriz de opinión negativa sobre ellos; al punto de dividir a los cubanos.
Coleros y revendedores: culpables de la crisis
En los meses estivales la campaña de difamación contra coleros y revendedores aumentó en Cuba. El gobierno incapaz de manejar la crisis económica y desabastecimiento en el país los usó como diana de todos los problemas.
Precisamente en Pinar del Río la emisora estatal Radio Reloj publicó en su sitio web, en agosto, que el territorio había procesado a más de 800 ciudadanos por estas actividades.
"Más de 800 personas han sido procesadas en Pinar del Río por estar identificadas como coleros, revendedores y acaparadores, a los que en la provincia se les da una abatida, aunque aún insuficiente", precisa Radio Reloj.
En su texto la emisora estatal divulga supuestas opiniones de habitantes de ese occidental territorio en apoyo a la cruzada emprendida por el régimen contra todo el que intente ganar algo de dinero con los productos adquiridos en las tiendas en CUC, sin dejar de mencionar, claro está, al embargo estadounidense.
En la capital del país también fueron enunciadas en agosto un grupo de medidas para controlar a los coleros entre las que se sitúa la pena de hasta cuatro años de prisión por sus acciones.
Según informó el medio oficialista Tribuna de La Habana “los coleros serán asumidos jurídicamente como figuras antisociales y en esa calidad será posible abrirles expedientes de peligrosidad a través de los cuales podrían recibir hasta cuatro años de privación de libertad”.
El gobierno cubano es hábil para crear enemigos a quien culpar del descontento del pueblo. Nunca el régimen dejará que la culpa caiga al piso o en sus espaldas como indica la historia. Ahora mismo los coleros resultan la diana en medio de la crisis. Si hay que culpar a alguien de la escasez o de algún otro problema que derive del deficiente manejo de los recursos que hace el Estado pues es a estos “personajes”.
Por otra parte, se supo que el Tribunal de La Habana anunció que se implementarán acciones legales, “algunas muy novedosas”, para evitar coleros, revendedores y acaparadores, o cualquiera que realice actividad económica ilícita en el país.
Además, en célebremente triste periodista cubano Humberto López los nombro en la televisión estatal como una pandemia. Pero López es una marioneta presta a decir lo que imponga el castrismo.