Cubanos contra cubanos: crean grupos para enfrentar a coleros y revendedores en Holguín

El gobierno del régimen en Holguín acude al truco de enfrentar cubanos para eliminar al nuevo enemigo creado, constituido por coleros, revendedores y acaparadores, a los que el oficialismo llama "flagelo"
 

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Una de las tácticas preferidas por el régimen cubano es crear enemigos a los que culpar de todo lo que vaya mal y desviar hacia ellos el ánimo popular, siempre caldeado por la escasez, el desabastecimiento y las dificultades para llevar una vida satisfactoria.

El enemigo constante es el imperialismo yanqui y su supuesto bloqueo económico y comercial. Mas, cuando resulta difícil culpar a éstos de cuestiones tan banales como el desabastecimiento en las tiendas que venden en una moneda en la que no se paga a los cubanos, a la vez que hay otras escandalosamente surtidas que venden en divisas extranjeras, entre ellas la del enemigo principal, se trata de centrar el foco de atención en cubanos del día a día que “luchan” como todos, pero que su lucha genera una legítima incomodidad en muchos.

Tal es el caso de los coleros, revendedores y acaparadores, cubanos comunes que, sin renunciar a pasar el mismo trabajo diario de todos en colas, hacen de éstas la razón de ser de una ganancia que les permita adquirir más bienes básicos que los que tendrían si se dedicaran sólo a vivir de su salario, pensión o canasta garantizada por la libreta de abastecimientos.

En ellos vienen situando el discurso oficial del régimen y sus órganos propagandísticos la mayor parte de la culpa de que en estos tiempos de coronavirus se hayan acentuado la escasez y el desabastecimiento.

Como ciertamente a muchos les disgusta que existan esos roles, pues qué mejor que aprovechar los hechos para acudir al otras veces efectivo truco de enfrentar cubanos con cubanos. Un truco que tan buenos dividendos ha arrojado en otras ocasiones, como cuando se pudo enfrentar a “gusanos y traidores” con “revolucionarios”.

A tono con todo ello, el gobierno instituido por el régimen en la oriental provincia de Holguín constituyó este sábado “grupos para la prevención y enfrentamiento a coleros, revendedores y acaparadores”, los cuales, cual grupo de choque al estilo de esos que cada domingo reprimen a las Damas de Blanco o se inventan de la nada actos de repudio, fueron también “capacitados” y abanderados.

Abanderados, sí, porque lo más manipulador de todo es que estas desagradables tareas se hacen ver como una misión patriótica, destinada al bien común. Bajo el manto de la enseña patria se pueden disfrazar represiones y actos cuestionables, supuestamente legitimados por la interpretación unívoca de una dirigencia que dice representar todo lo bueno a lo que pueden aspirar la isla y su pueblo.

Según reportó del acto surrealista de abanderamiento el medio local Ahora, “cuadros, funcionarios, miembros de la PNR, las FAR y organizaciones de masas integran los equipos, que se ubicarán en las más de 120 unidades comerciales y mercados de los 14 municipios, en los cuales se completará el proceso este domingo”.

Juan Miguel Morán, coordinador de los programas y objetivos de la defensa en el Gobierno Provincial afirmó en el acto que “el principal objetivo de esta acción es organizar las colas, y eliminar las listas y turnos otorgados por algunas personas durante varios días”.

La compra se realizará ahora, con la intervención de los grupos de choque, por orden de llegada y personalmente. “Se debe acabar con la conducta oportunista de mucha gente que ha buscado en revender un modo de vida”, subrayó el funcionario sin cuestionar causas y consecuencias.

Por si las declaraciones de éste no fueran lo suficientemente profundas o hicieran pensar que con el enfrentar a cubanos con cubanos se arreglarán la escasez y el desabastecimiento, Yunia Pérez, vicegobernadora de Holguín, “recalcó la importancia de mantener una conducta ética y responsable, para enfrentar el flagelo de los coleros, que va en contra de los trabajadores y del esfuerzo del país por ofrecer productos deficitarios a la población, en medio del duro bloqueo y la crisis económica mundial”.

Flagelo nada más y nada menos. Resulta que en 60 años, además de por el ‘bloqueo’ y las crisis mundiales, Cuba no se desarrolla ni crece porque ‘despreciables’ ciudadanos incurren en actos homologables al terrorismo, el narcotráfico, la delincuencia organizada y la corrupción -a la que no renuncian ni los ilustres de la dirigencia revolucionaria, su Partido y organizaciones armadas como las FAR y el Minint-, auténticos flagelos de los que adolece el mundo contemporáneo.

Y bueno, el relato oficialista de tan importante acto para enfrentar en Holguín el mal que más aqueja al pueblo cubano en este día a día de COVID no podía terminar sin que el jefe de uno de los grupos destinados a cada entidad comercial recibiese la bandera de constitución de la operación y hablase a nombre de todos los compañeros, para señalar “el compromiso de proteger a la población”.

“El enfrentamiento es asunto de todos”, concluye el Ahora, que intenta hacer pasar como válido el hecho de que las colas se conviertan también en un campo de batalla entre los que ‘luchan’, de manera un tanto cuestionable pero entendible, y los que buscan reprimirlos, para seguramente terminar “luchando” también.

 

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