Activistas cubanos denunciaron este jueves la detención del joven Jorge Félix Vázquez Acosta, por reclamar sus derechos en una fila para comprar pollo en La Habana.
Según publicó en Twitter Lidier Hernández Sotolongo, Vázquez Acosta fue arrestado “esta mañana en cola para comprar pollo donde estaba [esperando] desde las 6:00 am y solo vendieron a 37 personas, al reclamar lo acusan de desacato y lo conducen a la unidad [policial] de Zapata y C”.
Saily González Velázquez, emprendedora y activista por la democracia en Cuba, recordó en la red social que Acosta Vázquez es uno de los detenidos de las protestas de julio de 2021. “Ninguno de ellos es realmente libre. La espada de Damocles pende sobre sus cabezas, sobre las cabezas de todos, porque #EnCubaHayUnaDictadura”.
Desde hace años la isla se enfrenta a una crisis de alimentos agudizada por la llegada de la pandemia en 2020. Es frecuente ver grandes filas de personas esperando en los establecimientos estatales para comprar comida, generalmente racionada. Las trabas impuestas por el gobierno a la producción privada de alimentos, ocasionan que prácticamente sea la carne de pollo la única alternativa de los cubanos.
Estados Unidos exportó a Cuba casi 84 000 toneladas de carne de pollo por un valor de 74,4 millones de dólares en el primer trimestre de 2022, informó recientemente en Twitter el economista cubano Pedro Monreal.
Al compartir en Facebook la denuncia del arresto en la cola del pollo, el opositor Pedro Quiala exigió “No más represión, el pueblo cubano se muere de hambre”.
En mayo de 2020, Jorge Félix Vázquez Acosta, entonces con 26 años de edad, fue despedido de su trabajo en el lujoso hotel Grand Packard Habana, presuntamente por opinar contra el sistema socialista en Cuba.
Vázquez Acosta también habría criticado el conglomerado militar Gaesa, que administra el hotel en conjunto con el grupo español Iberostar, según un informe de El Nuevo Herald.
La gerente del hotel, Frida Arias Sánchez, hizo efectivo el despido, por “emitir criterios en contra de nuestro sistema socialista”, según la resolución a la que tuvo acceso el mencionado diario.
“Me han expulsado de mi trabajo y me acusan de proselitismo sin mostrarme ni siquiera pruebas del supuesto delito. Tengo una niña de cuatro meses y soy el sustento de mi familia. Lo único que he hecho es trabajar”, dijo entonces el joven en conversación telefónica con El Nuevo Herald desde La Habana.
“Niego que haya hecho propaganda política, que es por lo que me expulsan. Yo puedo pensar como quiera y tener el punto de vista que desee. Es mi derecho. También puedo criticar a gente como esa directora, que se aprovecha de su puesto para expulsar a trabajadores indefensos”, dijo.
“Cuando le pedí pruebas de mis supuestos delitos, me dijo que no tenía obligación de dármelas”, señaló, según el reporte de El Nuevo Herald.