La activista, poetiza y rapera cubana Yenisleydis Borroto Vega, vinculada al Movimiento San Isidro (MSI), fue reportada este martes como “desaparecida” por activistas y periodistas independientes. Luego de más de dos horas sin conocer su paradero, se supo que la detuvieron arbitrariamente en plena calle para interrogarla.
Conocida como Áfrika Reina, la artista fue abordada por la Seguridad del Estado, en el marco de la ola represiva de estos días contra los miembros y aliados del MSI.
“Venía para acá y se estaba comunicando con nosotros por el camino y me dijo que cuando estuviera a unas dos cuadras de la casa me iba a escribir”, declaró a ADN Cuba la periodista independiente María Matienzo.
"Hoy 6 de abril AfriKReina vuelve a ser secuestrada en medio de la calle. (...) siguen desapareciendo a los artistas como método represivo. Esta es la Cuba del Consejo de Derechos Humanos. La violadora de derechos humanos", denunció Matienzo en Twitter.
Héctor Luis Valdés, activista y reportero independiente que colabora con ADN Cuba, dijo que “el teléfono [de Áfrika] se encuentra apagado, por ende la damos también como desaparecida”.
“El secuestro a miembros de la sociedad civil independiente es algo habitual para la Seguridad del Estado; se amparan de la impunidad que les brinda ser un delincuente con carnet para perpetuar todo tipo de arbitrariedades en contra de activistas pacíficos”, añadió Valdés.
Luego de más de dos horas sin conocer su paradero, la activista llegó a su destino. "Gente, estoy bien, ahora con la familia, o bueno, con parte de ella... NOS SIGUE FALTANDO EL LUISMA" [Luis Manuel Otero], escribió Borroto Vega en Facebook.
En Twitter, Matienzo explicó que a la artista "la secuestraron para interrogarla y amenazarla en plena calle".
Áfrika Reina también fue retenida arbitrariamente durante varias horas este domingo, para impedir que acudiera a la sede del MSI en la Habana Vieja, donde se vivió una protesta pública en la calle, denunciando la represión del gobierno.
Ensañamiento del régimen con el MSI
El artivista Luis Manuel Otero Alcántara lleva más de 24 horas desaparecido, luego de ser arrestado por la policía política ayer 5 de marzo en San Isidro, en La Habana.
El líder del Movimiento San Isidro (MSI) participaba en una actividad infantil en su barrio. Junto payaso Manuel de la Cruz estaba repartiendo caramelos y regalos para los niños. En la esquina de la cuadra donde reside Otero, varias personas vestidas de civil se le abalanzaron sobre él y se lo llevaron arrestado, a empujones.
El MSI preparaba desde hace días un festejo para celebrar el cumpleaños de un niño de la zona. A la celebración invitaron a los infantes de San Isidro, pero el régimen se ha encargado durante varias jornadas de represión de obstaculizar la actividad mediante detenciones arbitrarias y secuestros de varias horas contra varios activistas, así como difamaciones en televisión nacional para disuadir al barrio participar.
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Por otro lado Manuel de la Cruz fue detenido también y multado con tres mil pesos; pero fue liberado más tarde; mientras Otero Alcántara permanecía arrestado. De la Cruz comentó fue llevado a la estación de Aguilera en el capitalino municipio de Diez de Octubre. El payaso “Desparpajo” que colabora con el MSI fue liberado en la noche y la multa que le aplicaron fue por “propagación de epidemia”.
“Estoy informándole a la Seguridad del Estado que no voy a pagar ninguna multa. No estaba haciendo ningún tipo de hecho que demuestre propagación de epidemia”, refirió.
El director ejecutivo para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, denunció las detenciones arbitrarias realizadas por la policía política en Cuba y alertó sobre el incremento de la represión contra los integrantes del Movimiento San Isidro.
“Mi preocupación por los artistas y activistas del MSI que han sido arrestados y acosados hoy [lunes] por el régimen cubano. Exigimos su liberación inmediata”, expresó Vivanco en Twitter.
“¿Cuándo va a entender Miguel Díaz-Canel que disentir no es un delito?”, cuestionó el prestigioso abogado chileno, una autoridad en materia de derechos humanos.