El subteniente Yoennis Pelegrín Hernández, policía que disparó contra Diuvis Laurencio Tejeda en la protesta popular en La Güinera el 12 de julio y le provocó la muerte, no se encuentra acusado en la investigación que realiza el régimen porque la Fiscalía considera que actuó “en legítima defensa”.
Ello, pese a que en la declaración del uniformado recogida en el expediente de la investigación, al cual tuvo acceso Diario de Cuba, no hay elementos que indiquen que éste haya sido víctima de alguna agresión directa por parte del fallecido o de otro manifestante en una proporción que justifique el argumento de “legítima defensa” aplicado a su caso.
Según Pelegrín, disparó hacia la manifestación cuando vio que dos policías habían sido lesionados por pedradas en brazos y piernas y por las “provocaciones y amenazas” de los manifestantes.
Aseguró además que uno de los civiles le mostró sus genitales y le dijo que su pistola lo que tenía eran balas de salva, mientras otros le gritaron que le quitarían la pistola, una Makarov de fabricación rusa.
El disparo del policía atravesó un pulmón de Laurencio y llegó hasta el corazón, lo que provocó la muerte casi de manera instantánea. De 36 años, el fallecido es la única víctima mortal reconocida por el régimen cubano en las protestas populares que estallaron el 11 de julio en más de 60 localidades de la isla y que fueron severamente reprimidas por elementos de la llamada Policía Nacional Revolucionaria (PNR), la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior, las Tropas de Prevención de las Fuerzas Armadas y otros órganos represivos.
La protesta del 12 de julio en La Güinera, barriada del municipio habanero Arroyo Naranjo, fue una de las que recibió la represión más violenta. Además de Laurencio, un menor de 16 años fue baleado en una pierna y otros dos hombres recibieron disparos de efectivos policiales.
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Diario de Cuba tuvo acceso al expediente de fase preparatoria de los encarcelados por esta protesta, en la que el enfrentamiento entre represores y manifestantes “terminó en una lluvia de disparos por parte de la Policía contra civiles desarmados”.
En su reporte sobre lo recogido en el expediente, además de lo concerniente a Laurencio y su victimario, el referido medio precisa que existen 161 acusados por los sucesos y que además de Yoel Misael Fuentes García, el menor baleado, los otros heridos por disparos de bala son Yorlandis Pérez Sánchez y Rubén Pérez Aldana.
Asimismo, agrega que todos los implicados en la protesta de La Güinera enfrentan cargos por los presuntos delitos de Daños, Desorden Público e Instigación a Delinquir, y que la documentación legal confirma las versiones de los familiares y vecinos de Laurencio que contradicen los supuestos antecedentes penales de éste o el pasado delincuencial esgrimido en la nota oficial que comunicó su muerte.
La judicialización de la protesta de La Güinera se enmarca en la ola represiva desplegada por el régimen tras las protestas populares del 11 de julio.
Hasta el momento el oficialismo no ha dado cifras de detenidos y procesados. El presidente Miguel Díaz-Canel, mismo que instó a sus acólitos a tomar las calles y enfrentar a los manifestantes, sólo reconoció indirectamente durante una comparecencia televisiva que eran “cientos”.
De acuerdo con la organización no gubernamental Cubalex, que brinda asesoría legal a la sociedad civil cubana, hasta este sábado suman 835 las personas que han sido arrestadas. De ellas, 260 fueron excarceladas bajo medidas cautelares o multas y 10 permanecen en un estado de “desaparición forzada”.