El periodista e historiador cubano Boris González Arenas amaneció este lunes sitiado por una patrulla de la policía del régimen y agentes de la Seguridad del Estado, denunció su esposa Juliette Isabel Fernández Estrada.
Según contó Fernández Estrada en Facebook, el periodista independiente tiene prohibido salir de su vivienda, a pesar de que la zona occidental de la Isla, donde residen, espera la llegada en las próximas horas del huracán Ian y es necesario hacer los preparativos correspondientes.
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"Al día siguiente del referendo para el Código de las Familias, mi esposo Boris González Arenas amanece bajo la vigilancia de una patrulla y agentes de la Seguridad del Estado, para quitarle el derecho a salir de casa. Entre otras cosas teníamos que hacer, entre los dos, gestiones de preparativos para el ciclón que se aproxima", explicó la cubana.
Fernández Estrada concluyó que "amanecemos con nuevo Código; nos felicito, especialmente a las comunidades más necesitadas y favorecidas por él. Y de paso nos recuerdo a todos:
En Cuba hay una Dictadura".
Minutos después González Arenas también realizó la denuncia en sus redes sociales.
"Desconozco por qué puedo tener una patrulla impidiéndome salir hoy de mi casa. Hoy que necesito prepararme para el arribo de un ciclón terrible. Pero hace tiempo que no me interesa conocer las causas de estas acciones. A veces son evidentes, a veces no", inicia su post en Facebook.
De acuerdo con el historiador cubano, una de las causas de su sitio puede ser que la comunidad LGBTIQ+ esté celebrando este lunes la aprobación del nuevo Código de las Familias y el régimen teme que él pueda sumarse a alguna de estas actividades.
"El castrismo ha tenido un relativo éxito haciendo creer que oposición y comunidad LGTBI+ están enfrentados y desean evitar una reunión que simbolice algo diferente. Yo con gusto iría a una celebración de esa comunidad", agregó.
Por último dijo que "la oposición cubana no es una entidad sin criterio. Por el contrario, no creo que haya más diversidad de criterio en ningún grupo humano de este país. La razón de esa diversidad es simple, hay que tener convicciones muy fuertes para manifestarse como opositor frente a una tiranía tan despiadada. Esa es nuestra fortaleza y orgullo. Pretender que somos un ente donde todos pensamos igual, o equiparar nuestras coincidencias a la del castrismo es, cuando menos, irrespetuoso y desinformado".