Artistas, curadores, intelectuales y miembros del gremio artístico cubano han dirigido una carta pública a favor del Movimiento San Isidro al Ministerio de Cultura, al Consejo Nacional de Artes Plásticas, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, y la Casa de las Américas. La misiva, firmada inicialmente por casi noventa personas, fue publicada en el perfil en Facebook de Columna Cultural.
Esta comunicación se suma a la declaración emitida por la comunidad de realizadores y críticos cubanos de cine identificada como “Cardumen”, en apoyo a los integrantes del MSI, en cuya sede se plantaron una quincena de personas, varias de ellas en huelga de hambre que rebasa los cien días, en reclamo a la liberación del joven rapero contestatario Denis Solís, condenado en un proceso arbitrario a 8 meses de cárcel.
Músicos, artistas e intelectuales cubanos han expresado su solidaridad con el MSI y sus demandas. Este lunes 23 de noviembre el músico Luis Alberto Mariño Fernández, refirió en sus redes sociales que iniciará un “ayuno de alimentos, con voto de silencio y plantado frente a la Embajada de Cuba en Argentina”.
ADN Cuba reproduce íntegra la Carta:
A las autoridades de la cultura cubana:
Asesor del Presidente, Abel Prieto
Ministro de Cultura, Alpidio Alonso
Presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas, Norma Rodríguez Derivet
Como artistas e intelectuales, profesionales del arte y la literatura de Cuba, hemos estado observando con creciente alarma la situación crítica que se ha creado alrededor del Movimiento San Isidro y varios de sus miembros. El origen de esta crisis se debe principalmente a los métodos de represión utilizados por los Órganos de la Seguridad del Estado para impedir una lectura de poesía en la casa del artista Luis Manuel Otero Alcántara, convocada en solidaridad al rapero Denis Solís.
En los últimos días estos métodos han escalado desde detenciones arbitrarias, cerco del perímetro de Damas 955 con el fin de cortar el acceso de las personas a esta vivienda; hasta medidas mucho más agresivas como por ejemplo impedir que se le entregara alimentos a los miembros del Movimiento San Isidro, e incluso episodios en los que comienzan a observarse actos de violencia preocupantes. Todo ello ha desencadenado una situación extrema en la que como consecuencia se ha declarado una huelga de hambre y sed en respuesta a este hostigamiento.
Independientemente de que las instituciones oficiales cubanas quieran o no reconocerlo, el Movimiento San Isidro es un proyecto comunitario de arte independiente y les consideramos un actor importante dentro de la escena cultural cubana. Entre las víctimas involucradas en esta crisis hay colegas, artistas, escritores, curadores: gente muy joven y talentosa que, a pesar de su edad, han producido un trabajo relevante para la cultura nacional. Por tanto esta es una crisis en el sector cultural, por lo que el MINCULT debería asumir su responsabilidad e intentar mediar ante el Ministerio del Interior para resolver esta situación extrema. La salud de estos jóvenes debería ser una preocupación fundamental.
Como artistas, curadores, intelectuales y miembros del gremio artístico cubano, le estamos pidiendo al Ministerio de Cultura que dialogue con el Movimiento San Isidro a fin de encontrar una solución favorable y positiva que resuelva esta crisis sin que tengamos que lamentar una desgracia. Es terrible que los talentos cubanos se malogren en estos forcejeos con las fuerzas del orden, cuando lo que el país necesita es que las instituciones se abran a la ciudadanía y se apoye por igual toda iniciativa artística producida en Cuba.
Esta demanda se suscribe al reclamo mayor de la necesidad de permitir la creación artística en libertad. El posicionamiento del Estado Cubano y el Ministerio de Cultura debería ser de tolerancia y respeto a la libertad de opinión para con los discursos divergentes; de lo contrario otras crisis de este tipo pudieran seguirse presentando con consecuencias cada vez más negativas.
La cultura no es peligrosa, no es un arma: es la expresión cimera del pensamiento.
Abogamos por una sociedad más abierta, liderada por una nueva generación de actores y funcionarios de la cultura, con una ética mucho más democrática y apegada a valores humanos universales, y menos dados a aplicar técnicas autoritarias para resolver problemas civiles.
Atentamente, los abajo firmantes:
Hamlet Lavastida
Julio Llópiz-Casal
Henry Eric Hernández
Celia González Álvarez
Kiko Faxas
Solveig Font
Lester Álvarez
Carlos A. Aguilera
Ladislao Aguado
Iván De la Nuez
Tania Bruguera
Luz Escobar
José Raúl Gallego
Reynier Leyva Novo
Camila Lobón
Cirenaica Moreira
Leandro Feal
José Manuel Mesías
Raychel Carrión
Juan Sí González
Abel González Fernández
Carlos Lechuga
Mari Claudia
Daleysi Moya Barrios
Juan Miguel Pozo
Marta María Ramírez
Liatna rodríguez López
Luis Alberto Mariño Fernández
Mario Luis Reyes
Edgar Pozo
Ricardo Acosta
Alexander Pozo
Carlos Quintela
Claudia Petricia
Osmany Suárez Rivero
Andrés Isaac Santana
Jorge Enrique Rodríguez
María Matienzo
Álvaro Álvarez
Yissel Arce Padrón
Amed Roche
Héctor Trujillo
Luis Enrique Fernández
Jesús Jank Curbelo
Liz Solange
Claudia Mare
Juliana Rabelo
María de Lourdes Fernández Mariño
Camila CR
Abisay Puentes
Claudia Genlui
Mairen Fernández Castillo
Julio Lorente
Sofía Marqués de Aguiar
María Karla Olivera
Miryorly García Prieto
Dani Eliot
Yimit Ramírez
Eloy Moreno Navarro
Alicia Hernández Moreno
Laura Hernández Moreno
Carolina Ferrer Celma
Jesús Ballosta Flores
Roberto Rodríguez Reyes
Ibrahim Hernández Oramas
Carlos Aníbal Alonso
Julio Hernández Moreno
Ana Aragón Calvo
Diego Doñate
Amparo Moreno Narro
Carolina Barrero
Hidei Hassan
Reinier Quer
Aryam Rodríguez Cabrera
Lester Dube Pita
Linet Cums Yumar
José Luis Aparicio Ferrera
Alenmichel Aguiló
Alejandro Alfonso
Osmy Moya
Alejandro Sin Barreras
Juan Manuel Tabio
Elena V. Molina
Sandra Ceballos Obaya
Rafael Díaz Casas
Alejandro Alexis García
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Este lunes la filóloga cubana Camila Cabrera Rodríguez también entregó una carta en la sede de La Casa de las Américas, que preside Abel Prieto, pidiendo que la institución interceda con el fin de lograr la liberación del músico Denis Solís, integrante del Movimiento San Isidro.
Cabrera Rodríguez, quien trabajó en Casa de las Américas entre 2016 y 2019 apeló a la vocación solidaria de La Casa:
“Durante los años comprendidos entre 2016 y 2019 formé parte del colectivo de trabajo de la Casa de las Américas. Desde el departamento de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca Roberto Fernández Retamar desarrollé varias tareas de las que hoy me siento verdaderamente orgullosa. He expresado públicamente en varias ocasiones que admiro la vocación solidaria de esta institución con los pueblos hermanos de Latinoamérica y el Caribe, sus culturas, el arte que allí se produce y con la militancia que muchas veces los impulsa. Apelo a esta misma vocación solidaria para que desde la Casa, se inste al Ministerio de Cultura a mediar entre las autoridades a las que compete excarcelar a Denis Solís y el propio Movimiento San Isidro, en aras de lograr un desenlace lo más armonioso posible en este infortunado capítulo de la historia de la cultura y sociedad cubanas”.