COVID-19 en Cuba: los médicos también mueren

Los reportes de profesionales cubanos de la salud fallecidos en Cuba a causa del coronavirus comenzaron a finales de enero de 2021; aunque varios han muerto por esta razón mientras cumplían las misiones medicas del régimen en otros países.
COVID-19 en Cuba: los médicos también mueren
 

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Cuba enfrenta las peores estadísticas de casos positivos desde que iniciara la pandemia del coronavirus en marzo del 2021. Mientras las cifras de contagios ascienden hasta sobrepasar los mil casos por día también los fallecimientos han ido en aumento.

Los muertos por la COVID-19 en Cuba no tienen rostro o nombre en los informes oficiales por razones éticas, sin embargo los datos emergen cuando quien ha perdido la vida es parte del personal sanitario de la isla.

Los reportes de profesionales cubanos de la salud fallecidos en Cuba a causa del coronavirus comenzaron a finales de enero de 2021; aunque varios han muerto por esta razón mientras cumplían las misiones medicas del régimen en otros países.

Primer médico muerto de COVID-19 en Cuba

La primera información de un galeno muerto en la isla por el coronavirus trascendió el 28 de enero del presente año.  A la edad de 49 años, este médico del cual la prensa estatal no publicó su nombre, murió en La Habana y adquirió el virus en su comunidad.

El jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública de Cuba, Francisco Durán expresó, en esa ocasión, que es “el primer médico que fallece (en la isla)" e "indiscutiblemente para todos los cubanos representa un golpe duro.

Durán precisó que el fallecimiento se debió a una “disfunción multiorgánica, después de hacer una parada cardíaca que no responde a las maniobras de reanimación".

Su ingreso como sospechoso ocurrió el 30 de diciembre de 2020 y su estancia hospitalizado se complicó por cuestiones respiratorias; incluso contrajo una neumonía que impidió una evolución favorable del paciente.

Otras víctimas de la pandemia dentro del plantel sanitario cubano

Días más tarde, en febrero, la medicina cubana lamentaba el fallecimiento de Francisco Fidel Llorente Llano, especialista de segundo grado en Coloproctología, profesor auxiliar y máster en enfermedades infecciosas.

Llorente Llano fue durante 25 años el jefe de servicio de su especialidad en el capitalino Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Comandante Manuel Fajardo.

El galeno, a sus 63 años, padecía de hipertensión, asma bronquial e hipotiroidismo y desde el 16 de enero presentaba un cuadro febril.  De los 20 días que se mantuvo hospitalizado, unos 15 fueron en terapia intensiva.

El doctor Durán indicó al dar la noticia:

“Desde el 23 de enero tuvo una evolución desfavorable, con un empeoramiento clínico, radiológico, hemogasométrico, una infección respiratoria severa resistente a varias opciones terapéuticas, y lamentablemente en el día de ayer hizo una parada cardíaca en asistolia. Se hicieron todas las maniobras de reanimación cardiopulmonar, pero no fue posible su recuperación”.

Ya en marzo, se reportaba otra muerte similar en Cienfuegos; doctora especialista en Obstetricia Vianney Fernández Velázquez.

Las autoridades del Hospital General Universitario Gustavo Aldereguía Lima, de esa ciudad, donde ella trabajaba lo comunicaron en sus redes sociales.

En palabras de la Dra. Maritza Rodríguez Gavín, Jefa Provincial del Programa Materno Infantil en Cienfuegos, se realizaron todas las acciones para que Fernández Velázquez superara la enfermedad, sin embargo "su evolución no fue la anhelada por todos nosotros".

El cuarto fallecimiento fue el 25 de abril según confirmara Francisco Durán en conferencia de prensa.

Este médico de 66 años y residente del municipio Diez de Octubre de la capital cubana comenzó a tener síntomas de la enfermedad desde mediados de abril. 

"Su ingreso duró nueve días, cinco de ellos en Terapia Intensiva. Presentó un grupo de complicaciones y lamentablemente fallece. Estamos hablando de un médico", señaló el funcionario del Ministerio de Salud Pública (Minsap).

El parte oficial del Minsap esclarece que el galeno mostró trastornos del ritmo cardíaco. Se le realizó un electrocardiograma donde se evidencia infarto agudo del miocardio anterior extenso, complicado con Bloqueo AV de tercer grado se le insertó un marcapaso externo sin lograr mejorar la función cardíaca.

Presentó una parada cardiaca en asistolia y no respondió a las maniobras de reanimación cardiopulmonar. 

Además, padecía Diabetes Mellitus y era obeso.

Muertes e intervención sanitaria con Soberana 02 y Abdala

A inicios de mayo, José Ángel Portal Miranda, ministro del Minsap aprobó una intervención sanitaria con los candidatos vacunales cubanos Abdala y Soberana 02. Amparado en el Artículo 64 de la Ley 41 “Ley de la Salud Pública”, del 13 de julio de 1983, Portal Miranda, determinó que diferentes grupos de riesgo como los médicos fueron inmunizados.

En el proceso se administraron unas 4 millones 301 19 dosis de estos fármacos a trabajadores de la Salud, de BioCubaFarma, a estudiantes de Ciencias Médicas y a otros grupos.

Inmerso el régimen en su campaña para la aprobación de sus “vacunas” sufrió la muerte de uno de sus galenos en la primera semana de junio, cuando la tercera fase de los estudios clínicos de Soberana 02 ya había culminado.

Un médico de Batabanó en Mayabeque falleció luego de 22 días bajo vigilancia. El difunto era hipertenso y presentaba decaimiento.

El paciente no respondió a los tratamientos que se le aplicaron. Durán García precisó que “hizo fibrilación ventricular que no respondió a la terapia eléctrica, seguida de parada cardíaca en asistolia Se realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar que no fueron efectivas".

El último caso del que se tiene información se conoció el pasado 20 de junio en Camagüey. el médico Arián Bajuelo Jorge, de 34 años, falleció por COVID-19.

La oficialidad refiere que el joven doctor tenía antecedentes de hipertensión arterial, obesidad e insuficiencia venosa periférica.

“Muy sentido, un querido compañero médico”, lamentó Durán. Según refirió el especialista el médico camagüeyano contaba con “mucho prestigio” y era “muy querido”. 

En el reporte oficial del Minsap se detalla que Arián Bajuelo Jorge [en el parte no se precisa su nombre] tuvo una “estadía hospitalaria de 20 días” e “hizo parada cardíaca en asistolia, se realizaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, que no fueron efectivas. Lamentamos profundamente lo sucedido y trasmitimos las condolencias a familiares y amigos”.

Una nota reciente de La Hora de Cuba asegura que no solo Bajuelo Jorge murió en esa provincia, sino que en mayo último también lo hizo el doctor intensivista Miguel Junco Bonet y “su deceso pasó desapercibido en los partes informativos del Ministerio de Salud Pública. Otro médico, del mismo hospital que Bajuelo Jorge, e igualmente internista y pedagogo, el doctor José Mejías, se debate ahora mismo por su vida en una sala de cuidados intensivos”.

Si más sanitarios cubanos integran la lista de los casi 1200 fallecidos que acumula la isla se desconoce. Los datos arrojados por el régimen tienden al oscurantismo y a no mostrar la realidad en aras de no dañar su imagen en el plano internacional, una imagen que se desdibuja lentamente mientras los habitantes de la isla sobreviven a la precariedad.

 

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