Las denuncias de los cubanos por problemas con el abasto de agua no cesan. En esta ocasión la queja llega desde la provincia de Cienfuegos, donde hay una cuadra que lleva más de seis años sin solución a roturas del acueducto.
"José Luis Montes de Oca Montano (Calle 67, entre 46 y 48, La Juanita, Cienfuegos) manifiesta que desde abril de 2014 y hasta el presente, los residentes de esa cuadra vienen padeciendo una agonía con el abasto de agua, situación que ya se ha vuelto crónica", escribió este 7 de septiembre el oficialista periódico Juventud Rebelde en su columna Acuse de recibo.
En carta enviada a la redacción del mencionado medio, José Luis Montes de Oca explica que en el transcurso de estos más de seis años, él y otros vecinos han realizado incontables gestiones con las instancias Provincial y Municipal de Acueducto, con los gobiernos Municipal y Provincial, Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos y diferentes instancias de la Fiscalía, y lo único que han logrado es "que se acometa la reparación de varios salideros, la eliminación de acometidas ilegales, y la sustitución de algunos tramos de conductora en mal estado".
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Señala que a pesar de todas esas acciones, el servicio de agua, que llega en días alternos y debía durar dos horas, "a los diez minutos cesa y no reaparece hasta que resten 15 o 20 minutos del abasto". Esta situación se resuelve por algún escaso tiempo, pero siempre regresa al mismo estado de desabastecimiento.
Según explica, una de las razones es una válvula rota ubicada en la esquina de 63 y 44. "Es nuestra más genuina y cercana Espada de Damocles, y nos genera todo tipo de contratiempos: Por breves períodos los trabajadores de Acueducto la han dejado de operar, con la consiguiente afectación del servicio".
Precisa que dicha válvula se ha roto en innumerables ocasiones "y le dan mantenimiento para luego volverla a ensamblar. A veces se han reemplazado algunos de sus componentes averiados, pero ella siempre vuelve a fallar, y a nuestro barrio retorna el mismo servicio insuficiente de agua potable".
Añade que la situación se agudiza "cuando aquellas casas que terminan desabastecidas tienen que esperar por un carro cisterna que puede tardar entre 15 y 18 días en llegar", con el inconveniente, además, de que en algunas de esas viviendas residen ancianos encamados, que se encuentran al cuidado de otros ancianos que no pueden llenar sus depósitos cargando agua.
Y para complicarlo todo aun más, el carro cisterna llega sin previo aviso, "a cualquier hora de la mañana o de la tarde de cualquier día", lo que trae como resultado que, si el vecino que se encuentra trabajando no aparece a tiempo para abrir su cisterna o brindar acceso a sus depósitos, "el carro se va sin abastecerlo y no retorna hasta dentro de 15 a 18 días".
"Y sin agua no se puede vivir, mucho menos en tiempos de COVID-19", denuncia.