Sancionados más de 1200 "coleros" durante la pandemia en Cuba

La cifra de personas sancionadas por ser coleros durante los que va de pandemia de la COVID-19 en Cuba asciende a 1285 personas
Hasta la fecha han sancionado a más de 1200 coleros desde que empezó la pandemia en Cuba
 

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Debido a la escasez de productos de todo tipo a la que ha sido sometido el pueblo de Cuba debido a la crisis económica por la que atraviesa el régimen, desde hace algunos meses las colas en las tiendas y establecimientos comerciales se han vuelto parte inseparable del paisaje nacional.

Esta situación he traído que algunos de los muchos desempleados se dediquen, con el objetivo de ganar algunos pesos, a hacer colas para comprarle los productos a aquellos que a pesar de la pandemias tuvieron que continuar trabajando, o para los que no quieren tener que madrugar, o para los que por problemas de salud o por la edad no pueden someterse a las largas horas de espera, muchas veces bajo el implacable sol del caribe; aunque también existen los que hacen colas para vender su turno, o para una vez adquirido los productos, revenderlos en sus barrios, acciones estas que han provocado desde el mismo comienzo de este problema, que el régimen active su accionar represivo contra los llamados coleros.

Este 20 de julio el diario Granma, medio de prensa y propaganda del Partido Comunista de Cuba, publicó un artículo donde señala que desde que llegó la pandemia de la COVID-19 al país, han sido sancionadas 1285 personas por ser coleros, aunque una suma más detallada arroja un total de 1367 acciones realizadas en la capital contra este tipo de actividad.

"De acuerdo con un reporte publicado en su sitio web por el Ministerio del Interior, del total de sancionados: 453 recibieron medidas profilácticas, 634 fueron multados y 280 estuvieron acusados por los delitos de Actividad Económica Ilícita, Desobediencia, Acaparamiento y Propagación de Epidemias", precisó Granma, y añadió que "el 85% se concentró en los municipios Centro Habana, Playa, Plaza, Diez de Octubre, Habana Vieja, Boyeros y San Miguel del Padrón".

Durante todo este tiempo ha persistido un discurso en los medio de comunicación del régimen con el cual se culpa a los coleros de las escasez.  

"La persistencia de las colas se pudiera achacar de forma coyuntural a la escasez de productos básicos provocada por el aumento del bloqueo estadounidense", asegura el portal web oficialista Cubasí, pero "una mirada desde dentro de las colas hace evidente que hoy el principal problema no es que no haya productos en venta, que con frecuencia los hay, sino el acceso físico a poderlos comprar".

Aunque esta situación está diseminada por todo el territorio nacional, el diario Granma en su texto de este 20 de julio se concentra en el panorama de La Habana.

"Las ilegalidades asociadas a las colas se manifiestan a lo largo de toda la capital, con una marcada presencia en Playa, lugar donde se concentra el mayor número de establecimientos comerciales abiertos. En Tiendas como la del Hotel Tritón, La Copa, 3ra y 70, la TRD situada en calle 3ra y 40, la Tienda Caracol emplazada en Vía Azul Avenida 26 y Avenida Zoológico, en  los centros comerciales de 5ta y 112, Minimax de Vía Blanca y TRD Maravilla, la actuación de los "coleros" es más notable.

Y como si todo esto no fuera suficiente cinismo, mientras el diario publicaba su artículo, el régimen inauguraba 72 nuevas tiendas para la venta en moneda libremente convertible completamente surtidas (abarrotadas sería una palabra más apropiada para describirlas), 57 de ellas destinadas alimentos y productos de aseo, y 15 ferreterías.

 

 

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