Prensa castrista se maquilla: ahora la propaganda llegará “a todo color”

El cambio tecnológico comenzó a inicios de junio en las provincias centrales del país, y llegará al occidente en los próximos días. Sin embargo, nada anuncia que el “colorete” del Granma y sus secuaces, traiga más compromiso de los medios estatales con los ciudadanos
Joven cubana sostiene un ejemplar de Granma a color. Foto: Granma
 

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La prensa castrista se maquilla. Ahora la propaganda será “a todo color”, en la mayoría del país a partir del próximo lunes 15 de junio.

Ese día ocurrirá lo que quizás sea el mayor “cambio” en el periodismo cubano en los últimos 35 años, cuando se extienda la circulación de coloridos periódicos a las provincias occidentales, a Camagüey, y al municipio especial Isla de la Juventud.

El “colorete” del Granma, órgano del Partido Comunista, y sus Minions de provincias, no traerá más compromiso de los periódicos oficialistas con los ciudadanos, quienes continuarán viendo la realidad del país sin matices cuando se asomen a la complaciente ventana que ofrece el régimen en sus libelos.

Fue posible el “milagro” como parte del Programa Integral de Reconversión Tecnológica para la Producción de la Prensa y otros materiales gráficos, otro proyecto cubano de largo nombre y probada inutilidad.

La información del Ministerio de Industrias, explica que con la puesta en marcha de los equipos para la impresión de los periódicos a cuatro colores desde la empresa estatal Gráfica de Villa Clara, en una primera etapa circularon de esa manera los periódicos nacionales y provinciales del centro del país (Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos).

“Como continuación del proceso inversionista y teniendo en cuenta la estabilidad de la producción lograda en el periodo de pruebas, ese poligráfico ya está en condiciones de asimilar una carga superior”, afirmó Granma.

La “modernización” cosmética habría comenzado en el año 2018, cuando la Empresa Gráfica de La Habana asumió las tiradas de todos los periódicos de la zona occidental y central del país. El objetivo es mejorar la imagen de los medios impresos y hacer más eficiente la producción.

En abril del 2019, la marcha hacia “el desarrollo” de los voceros sufrió un golpe: debido a “dificultades con la disponibilidad de papel gaceta en el país”, las ediciones del periódico Granma de los miércoles y viernes, así como de los semanarios Granma InternacionalTrabajadoresOrbe y Opciones, se redujeron de 16 a ocho páginas, según anunció una nota oficial.

Además, se eliminó la edición del sábado del diario Juventud Rebelde y otras publicaciones, como la antigua revista Bohemia, encogieron su formato y redujeron páginas. Todo esto fue interpretado por la población como señal del regreso del “Período especial”, si es que alguna vez salimos de tal crisis económica y social.

El texto que informa sobre la extensión del color agrega que ahora se detendrá el poligráfico de La Habana, con vistas a iniciar su propia reconversión tecnológica, y “se mantendrá trabajando la Gráfica Holguín, la cual continuará ejecutando la impresión de la prensa del oriente del país”.

Sin embargo, nada indica que el sistema de prensa estatal, arma de propaganda del régimen castrista, cambie hacia un mayor compromiso con sus audiencias, a no ser que el público meta de Granma y sus secuaces sean lo vejetes del Comité Central del PCC con sus discípulos aduladores y obesos, cosa más que probable.

La función principal del periodismo de propaganda estatal, es glorificar la gastada narrativa castrista y amedrentar a los cubanos mediante el relato de las desgracias mundiales, mientras que en el “paraíso socialista tropical” todo estaría controlado y en marcha indetenible hacia ningún lugar.

 

 

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