Como si no hubiese suficiente destrozo a la vista dentro de la isla, la prensa controlada por el régimen castrista se dedica a criticar a las autoridades de Miami-Dade, esa otra parte adonde han ido a parar mayoritariamente los cubanos.
El medio de comunicación oficialista Cubasí publicó un artículo dedicado exclusivamente a arremeter contra el alcalde del condado Carlos Giménez, por anunciar el fin del toque de queda luego de las protestas recientes, y la reapertura –con restricciones y medidas de obligatorio cumplimiento–, de las playas y algunos servicios.
El firmante Nicanor León Cotayo ha sugerido en otros textos recientes que las autoridades de Estados Unidos, en vez de una desescalada estarían haciendo un “salto al vacío” de la pandemia del coronavirus.
Su columna en el mencionado libelo es otro ejemplo de la función principal del periodismo de propaganda estatal, que debe sugerir intenciones criminales en mucho lo que se decida allende sus mares, mientras que en el “paraíso socialista tropical” todo estaría controlado y en marcha indetenible hacia… ¿dónde?
Según el nuevo texto firmado por León Cotayo, la reactivación de Miami Dade habría ocurrido “bajo la brutal presión de sus hombres de negocios”.
Luego comienza a relacionar las cifras de la pandemia en algunos condados del sur de la Florida, y de un salto se arrima a que la Asamblea General de la ONU, “debido a la COVID-19, por primera vez en 75 años” no se reuniría en Nueva York para la sesión anual de la entidad. Luego de afirmar que el Dr. Anthony Fauci asegura que “todavía estamos al comienzo” de la pandemia, regresa a Miami-Dade para criticar: “Fue en tales circunstancias que decidieron levantar las restricciones por la pandemia en el condado”.
El medio castrista no informa, en ningún momento de la nota, que la reapertura de algunos negocios bajo la política de “nueva normalidad”, está condicionada siempre y cuando se cumplan las pautas sanitarias mandadas por las autoridades de salud, y garantizadas por el gobierno local.
Florida entró el pasado viernes a la Fase 2 del proceso de reactivación económica para poner de nuevo al estado en pie. Desde hace más de dos semanas, enmarcados en la Fase 1 ya funcionaban restaurantes y barberías en Miami, sin que esto haya supuesto un empeoramiento de la epidemia allí.
Ahora, por ejemplo, en Miami-Dade los gimnasios deben cumplir nuevas reglas que incluyen artículos como esteras personales, mientras que algunas duchas y fuentes de agua no podrán ser utilizadas. Algunos gimnasios también requerirán controles de temperatura para ingresar, explican medios locales.
El alcalde Carlos Giménez aseguró que en todos los negocios reabiertos se seguirán las pautas de distanciamiento social establecidas por el Condado, el Estado y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), entre las que incluyen el uso de máscaras sanitarias y toallas que no se proporcionan regularmente en algunos lugares.
Mientras, en Cuba siguen los ciudadanos exponiéndose a contagios en enormes muchedumbres para buscar cualquier producto alimenticio; sobre todo ahora que el régimen ya ha dicho que tiene “controlada” la situación de la COVID-19.
En la isla, el castrismo enemigo del pueblo y los negocios que no estén bajo su mando, ya se apresta para reactivar el turismo, sin resolver la escasez de su propia gente. ¿Criticará esto Cubasí?