Periodistas independientes y activistas cubanos, algunos de ellos cuentapropistas, amanecieron este sábado 31 de octubre con su servicio de internet por telefonía móvil bloqueado y bajo estricta vigilancia de la Seguridad del Estado, que los sitia en sus domicilios.
La causa del despliegue policial y represivo en su contra radica en la convocatoria a una protesta masiva para esta jornada que ha circulado desde hace dos semanas en redes sociales, para exigir al régimen que dé más facilidades a la iniciativa privada y abra el país a la inversión extranjera.
El bloqueo a la conexión por datos móviles a algunos de los que se sumarían a la convocatoria se ha estado produciendo desde la noche de este viernes. La esposa del científico y cuentapropista cubano Óscar Casanella contactó desde ese entonces a ADN Cuba e informó que éste estaba “sin datos”, al igual que la activista Omara Ruiz Urquiola.
De manera similar, la comunicadora independiente Iliana Hernández denunció en su perfil de Facebook que amaneció sin servicio de Internet en su teléfono y sitiada en su hogar por un efectivo de la Seguridad del Estado y una patrulla policial.
“Así amanece mi señal de Datos Móviles, tengo al de la foto que dice se llama Osvaldo, en la esquina de 24 e I con la patrulla No. 636, un Lada verde dando vueltas, gastando gasolina y al presidente del CDR pendiente, saliendo y entrando de su casa. Así están desde las 6:00am”, escribió Hernández, que acompañó su post de imágenes que muestran el bloqueo y el sitio de los que está siendo víctima.
Por su parte, también con evidencia gráfica, la activista artemiseña Diasniurka Salcedo mostró en la referida red social que está siendo sitiada. “Lo voy a invitar a sembrar, que falta me hace”, escribió irónicamente en alusión al efectivo de los órganos represivos que le vigila.
La convocatoria a protestar este sábado y el jueves 17 de diciembre circuló en redes sociales bajo el lema “queremos libertades económicas, no más miseria”. Presuntamente es dirigida por cuentapropistas de toda Cuba, cuyos motivos para protestar fueron analizados a lo largo de esta semana por ADN Cuba.
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Los organizadores de la iniciativa pedían a los cubanos reunirse en varios puntos de la capital las referidas jornadas para exigir al gobierno un conjunto de acciones que den más facilidades a la iniciativa privada y abran el país a la inversión extranjera, esferas siempre limitadas por las políticas económicas del régimen y más aún ahora en los tiempos de crisis que se viven, que no han supuesto una relajación para los cuentapropistas ni su consideración como un actor socioeconómico fundamental para el logro de mejores escenarios.
Entre las peticiones se demanda libertad a los emprendedores para importar directamente del extranjero mercancías sin límite de cantidad ni tipo, y sin que medien las empresas estatales.
También que se autorice a los campesinos cubanos a importar suministros y equipos, vender sus productos tanto a la población como para exportación con total libertad, sin imponerle límites de cantidad de productos ni de precios; y que permita, mediante licencia de trabajo, la compraventa de productos.
“El comercio es legal en el mundo entero y por tanto los revendedores deben ser legalizados”, sostienen los demandantes y organizadores de la protesta en sus peticiones, las cuales difícilmente hallen eco en un régimen que se niega a la libertad y la prosperidad individual, bajo argumentos obsoletos e inefectivos de supuesta defensa de la igualdad y la justicia social.
De hecho, como evidencian las acciones de las que están siendo objeto Casanella, Ruiz Urquiola, Hernández y Salcedo, el régimen prefiere seguir censurando y reprimiendo, que escuchar justos reclamos dirigidos al mejoramiento de la calidad de vida en el país.