"Nos cansamos": pescadores de Las Tunas protestan contra la miseria y el acoso del régimen

¿Estarán despertando los cubanos? Esta es la segunda huelga de pescadores esta semana. Los de ahora, en el Puerto de Manatí, están cansados de la miseria y exigen que los dejen pescar sin trabas para alimentar a sus familias
Pescadores exigen sus derechos a las autoridades del puerto
 

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Pescadores que habitan en las cercanías del Puerto de Manatí, al norte de la provincia oriental Las Tunas, salieron esta mañana a protestar por el acoso de las autoridades locales, quienes les impiden dedicarse a su oficio y los mantienen en la miseria.

Según dijeron a ADN Cuba, fueron unas 30 personas quienes tomaron la decisión de enfrentar al gobierno de la zona. “La pesca en este pueblo se practica desde hace muchos años y al cerrar el central Manatí y el puerto, este lugar se quedó sin fuente de empleo”, declararon voceros del grupo a nuestro medio.

“Es la única manera de subsistir, pero nos persiguen las tropas guarda fronteras. Sólo podemos salir de pesquería los fines de semana y con muchas prohibiciones. Nos cansamos ya”, agregaron los manifestantes.

Según aseguraron, la Seguridad del Estado fue hasta sus casas en plan de amenazarlos con la cárcel si protestaban, pero ellos estaban decididos a exigir sus derechos.

“Estuvimos desde las 9:00 a.m. hasta las 5:00 de la tarde. Nosotros vamos a seguir la protesta; ya se perdió el miedo aquí. Esto era un pueblo donde nunca se había visto eso. Dicen los pobladores que, si no se resuelve, se van con toda la familia para el cuartel de tropas guarda fronteras".

Al parecer, durante todo ese tiempo los pescadores negociaron con las autoridades portuarias de Manatí, la policía, la Seguridad del Estado y la delegación local del Partido Comunista —único permitido en Cuba—, pero no llegaron a ningún acuerdo, según nos informan.

A pesar de esto, continuarán exigiendo derechos de pesquería más amplios con tal de subsistir. Según la fuente que informó a ADN Cuba —y que prefirió mantener el anonimato—, pertenecen a la cooperativa Ángel Valerio.

Y en efecto, pudimos confirmar que está en las inmediaciones de la Bahía de Manatí, por donde antaño se embarcaba el azúcar para exportarla al extranjero y que hoy vive de la pesca. O más bien malvive, pues la zona es pobrísima.

La cooperativa existe allí desde 1965, y se encarga de procesar peces de escama y ostiones. Su nombre lo lleva en honor de una combatiente contra la dictadura batistiana que murió perseguido por los esbirros del tirano en diciembre de 1956.

¿Estará despertando el pueblo cubano? Porque en lo que va de semana esta es la segunda huelga de pescadores de la cual tienen noticia los medios independientes.


La víspera, los pescadores del municipio especial Isla de la Juventud iniciaron una huelga exigiendo un mejor pago por su trabajo. Según declararon fuentes cercanas al hecho, entregaron las llaves de los barcos en señal de protesta porque el régimen cubano disminuyó el pago de la langosta.

“Tuvieron que buscar a la Seguridad del Estado, aún no han llegado ningún acuerdo, estos debían de salir hoy a la mar y no lo han hecho. Bien por ellos, se les está acabando el miedo a los trabajadores a reclamar sus derechos, y aunque logren aplacar las cosas, esto es una victoria, pues cuando intenten volver a someterlos a sus intereses, estos volverán a protestar...”, dijo una fuente anónima de Isla de Pinos.

Luego del anuncio de la "Tarea Ordenamiento" y del paquete de medidas económicas dictaminado por el castrismo para la unificación monetaria, muchos han sido y serán los afectados. Pero las protestas ya comenzaron desde el pasado mes de diciembre.

En la provincia de Sancti Spíritus, unos 15 cuentapropistas que vendían carne de cerdo vencieron al Estado con una huelga de más de dos semanas.

Los trabajadores privados del mercado de la Plaza, en el municipio cabecera, decidieron no vender más carne hasta que el gobierno eliminara el precio topado de 30 pesos por libra. El precio exigido era de 45 pesos la libra para poder cubrir los gastos y obtener alguna ganancia.

Las autoridades del régimen allí cedieron y estos vendedores pudieron comercializar la carne en el precio exigido por ellos.

 

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