"No tienen respuesta ni solución": anciano cubano lamenta que no llevan más los alimentos a su casa

A pesar de que sufre serios padecimientos cardiológicos que le impiden incluso bajar las escaleras, los funcionarios del régimen quieren obligar a este aciano a caminar más de cuatro kilómetros diarios para buscar sus alimentos
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Con la llegada de la pandemia de la COVID-19 al país, como parte de las medidas implementadas para hacerle frente, se puso en funcionamiento un sistema para que los ancianos no tuvieran que salir de sus viviendas a buscar alimentos y medicamentos, ya que grupos de personas, voluntarios o trabajadores estatales, se encargaban de llevarlos hasta las puertas de sus casas.

Con anterioridad a la pandemia existían algunos casos especiales que gozaban de esta ayuda debido a su delicado estado de salud, a su avanzada edad, y principalmente, por ser personas sin amparo filial.

Uno de estos casos es el de José María Rodríguez Torrado, quien es vecino de Soledad 160, primer piso, entre San Lázaro y Jovellar, en el municipio capitalino de Centro Habana.

Este 20 de octubre el periódico oficialista Juventud Rebelde le dio acuse de recibo a una carta enviada a su redacción por José María Rodríguez, donde refiere que él es un anciano jubilado que vive solo, y que sufre serios padecimientos cardiológicos, al extremo de que hace dos años ni baja la escalera de su edificio, porque después no podría subirla por sí solo.

En su carta explica que hasta hace unos días le traían en un bicitaxi el almuerzo y la comida de una sola vez, y aunque no precisa de dónde ni quién, se puede suponer que se refiere al Sistema de Atención a la Familia (SAF), que es una institución estatal que se encarga de atender a personas vulnerables.

El problema de José María es que el bicicletero le dijo que ya no le traerá más la comida, que desde ese momento los ancianos tienen que ir a buscarla. Pero como si el impedimento de bajar las escaleras no fuera suficiente, el lugar a donde tiene que ir a recoger los alimentos está ubicado a más de dos kilómetros de su vivienda.

Agrega que ante esto llamó por teléfono al Puesto de Mando Municipal, pero ahí no le dieron ninguna respuesta.

"Escribo para que conozcan mi caso, y me expliquen si tiene explicación (creo que no) que por un asunto administrativo nos quiten por completo la distribución de los alimentos. Llamé al Puesto de Mando Municipal, pero no tienen ni respuesta ni solución. Tengo fe en que ustedes tomen cartas en el asunto. No sé a dónde más escribir", concluye.

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