El cubano Ramón Pérez Conde denunció la “mentira” de la “potencia médica”, que vende el castrismo, y aseguró que, aunque se sospecha que su madre tiene un tumor cancerígeno, no han avanzado en su investigación ni quieren operarla.
“El comunismo es como la heroína. El primer día es una Felicidad. Después la a vida te la hace un infierno”, lamentó en su perfil de Facebook el joven cubano, que se identifica como Moncho Pérez.
En esa red social, publicó un pequeño video en el que arremete contra el sistema de Salud Pública, porque, según afirma, no quieren atender en los hospitales a su madre Ana María Conde Alemán, de 78 años.
“La he llevado a todos los hospitales habidos y por haber. Me están diciendo que todos los hospitales están cerrados por la COVID–19, pero resulta ser que mi mamá tiene un tumor canceroso en el cuello”, dice en el video, y muestra la lesión que tiene la anciana en el cuello.
“Le está creciendo todos los días, no me la quieren operar. Me estoy quejando porque si le pasa algo a mi mamá estoy demandando a las autoridades de este país”, añadió Pérez.
“No me la quieren operar”, repite, “pero yo estoy seguro de que si fuera un familiar de ellos hace rato lo hubiesen operado. Me están dando excusas y excusas…”
Aunque el joven sospecha que se trata de un tumor maligno, en realidad no ha podido avanzar en estudios sobre el padecimiento de su madre.
“Me estoy quejando porque es mi mamá y la están dejando morir, porque eso ni se sabe lo que tiene ahí, porque ellos no lo han estudiado. Porque si eso lo pican y lo llevan a un laboratorio, eso es un tumor canceroso, la dotora de enfrente de mi casa me lo dijo”, asegura Pérez Conde.
“Donde dicen que esto es una potencia médica, y todo es una mentira en el 'menticiero' [noticiero de tv] ese”, expresó en su video.
El joven, que expresa en redes sociales sus opiniones políticas contrarias al gobierno comunista, añadió: “Todo el mundo sabe en este país que yo tengo problemas con este gobierno, por la injusticia que se está pasando, por toda la mentira que se está viviendo”, la principal propaganda “es la salud que dicen que es gratis y mírenla aquí, me la han abandonado [a mi madre]”.
“Esto lo voy a llevar hasta donde lo tenga que llevar”, aseguró Ramón Pérez, quien envió a ADN Cuba documentos que muestran sus intentos de que traten a su madre en centros hospitalarios.
Hospitales en jaque por la COVID-19
A mediados de abril, la cubana Daniela Rojo denunció lo que pasó su padre en el hospital Miguel Enríquez de La Habana, en medio de la pandemia de la COVID-19.
Según contó, su papá sufrió un accidente cerebrovascular el 10 de abril y fue llevado de urgencia a un policlínico cercano, hasta remitirlo al mencionado hospital, con sospecha de infarto cerebral.
“Cuál fue mi sorpresa y mi indignación al ver a mi padre, sin camisa y sin zapatos, tirado en una camilla, que más parecía una mesa de operación por lo dura; sin ni siquiera una sábana encima, sin más atención que una sonda puesta, que por cierto, estaba desconectada y derramando orine en el suelo; y con muchos exámenes pendientes”, explicó Rojo.
La cubana se quejó de estos malos tratos inmediatamente y dice que atendieron sus exigencias con prontitud.
“Por supuesto que no dejé de lanzar ciertos improperios nada decentes contra ciertos políticos que afirman que Cuba es una potencia médica”, añadió.
“Mi padre (en contraposición conmigo) es uno de los comunistas más acérrimos que conozco y estoy segura que uno de los defensores más fieles de la revolución. (…) al parecer, ni los más fieles revolucionarios se salvan de la barbarie del castrismo. Los hospitales están colapsados, me dice el enfermero, solo atienden pacientes regulares el Miguel Enríquez y el Calixto García, el resto son para casos positivos de COVID-19”, concluyó la cubana.
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A inicios de abril, el cubano Daniel Pérez Ferrer denunció que en el municipio habanero 10 de Octubre no hay camas para sus familiares positivos a la COVID-19.
Desde el pasado 31 de marzo, el nieto pequeño, Misael González Pérez fue con su mamá, Keyla Pérez Pérez, al policlínico local, donde resultaron positivos a esta enfermedad. Tres días después, continuaban en su vivienda sin que las autoridades los ingresaran.
“No hay transporte, no hay camas en los hospitales”, agregó el señor a ADN Cuba.
También el pasado 9 de abril, la manager de Producciones Almendares, Patricia Santa Coloma, denunció que el padre de un amigo, con 74 años, se encontraba solo en el Policlínico “Aballi” de La Habana Vieja, desde las 11 a.m y no había camas disponibles para tratarlo.
El anciano José Ramón González Agarrucho estaba esperando por una cama de algún hospital para recibir su tratamiento por el nuevo coronavirus.