Fallece activista cubana tras meses de abandono por parte de autoridades sanitarias

La disidente cubana Jacqueline Borrego Cuesta, miembro del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), falleció este lunes 10 de mayo en La Habana, en medio del abandono de las autoridades sanitarias del régimen
 

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La disidente cubana Jacqueline Borrego Cuesta, miembro del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), falleció este lunes 10 de mayo en La Habana, en medio del abandono de las autoridades sanitarias del régimen, según denuncian activistas y periodistas independientes.

Héctor Luis Valdés, colaborador de ADN Cuba, recordó que el día 8 de febrero del 2021 entrevistó para este medio a familiares de Borrego, quienes aseguraron que contra la luchadora por los derechos humanos se estaba cometiendo una “negligencia”.

“Ella fue ingresada de urgencia en el 2018 por un infarto múltiple, el cual le afectó gran parte del cuerpo. Al egresar del hospital le indicaron una serie de análisis los cuáles se los hizo, además de remitirla para un neurólogo. Hacía más de un año que no recibía los cuidados que debía tener una persona en su condición de salud, no recibía ningún tipo de insumos médicos para mejorar su calidad de vida”, explicó Valdés en Facebook, a propósito de la lamentable noticia.

El reportero y la familia de la fallecida, consideran que la dejadez con su caso fue “porque ella era activista. Algo que es común en el día a día de los cubanos”, refiere Valdés.

“Desde inicios del 2020 no recibía atención médica y ningún médico de la familia pasaba por su casa a brindarle atención. Su esposo era quien estaba tiempo completo con ella, era quien velaba porque dentro de lo que cabe y con la escasez económica que hay con esta nueva Tarea ordenamiento, no le faltara lo primordial”.

Valdés coincide con el opositor José Díaz Silva, líder del MONR, quien confirmó el deceso a Radio Televisión Martí. Este medio recuerda que "desde febrero los activistas cubanos denunciaron que la mujer de 50 años no estaba recibiendo atención médica especializada".

Héctor Luis Valdés informó que las excusas que le daban a la familia de Borrego, cada vez que planteaban el problema de la activista en la unidad de salud de su barrio eran las siguientes: “El personal del departamento de neurología del policlínico de su localidad se encontraba de misión”; o que “todos están cumpliendo servicio en instituciones con COVID”.

Según confirmaron al colaborador de ADN Cuba, la activista residente en el municipio capitalino de Marianao “falleció producto a una desnutrición avanzada”, en el “hospital donde supuestamente debían brindarle todos los cuidados para combatir la enfermedad que padecía”.

“¿En serio pretenden continuar vendiéndonos el discurso de potencia médica? ¿En serio piensan seguir engañándonos?”, cuestionó el activista y comunicador.

Héctor Luis Valdés terminó su denuncia emplazando al oficialismo: “No me cansaré jamás de desmentir el absurdo discurso de potencia médica que tanto predica internacionalmente el régimen cubano. Quisiera que en estos momentos el vocero de turno del régimen de La Habana, Humberto López, me dé una explicación de dónde está ese 'excelente sistema de salud' que él tanto defiende”.

 

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