El Movimiento San Isidro (MSI) convocó al régimen cubano a dialogar sobre las cuestiones que motivan sus reclamos y la protesta en su sede en La Habana Vieja, donde 14 activistas, seis en huelga de hambre y dos de ellos también de sed, permanecen atrincherados desde hace cinco días reclamando la liberación del rapero contestatario Denis Solís.
En conferencia de prensa vía Zoom, los vicecoordinadores del movimiento Michel Matos, Iris Ruiz y Amaury Pacheco ratificaron la disposición del MSI de establecer vías de comunicación con el gobierno y sus instituciones para analizar el caso de Solís y lograr su liberación, así como tratar el resto de temas que motivan la protesta, cuyo sentido pacífico, auténtico y legítimo recalcaron.
“Estamos dispuestos al diálogo. La presión y la violencia que hay allí (en San Isidro) está marcada por el gobierno, no por los huelguistas. Los huelguistas han salido a hablar con el barrio porque tiene que saberse qué sucede y cuando salen el gobierno despliega una serie de acciones de acoso y represión”, afirmó Pacheco.
“Tenemos voluntad de diálogo, pero también de persistir y de estar”, sentenció, mientras que Matos subrayó que por la detención arbitraria de Solís y su arresto tras un juicio sumario bajo cargos fabricados y sin garantías legales, hay activistas que están arriesgando su integridad y salud.
Están dispuestos a sacrificar su vida por conciencia; organizaciones internacionales que han revisado el caso entienden que con Denis no se llevó un proceso justo, dijo Matos, que explicó que otros activistas del MSI que están fuera de Damas 955, la sede central y donde se efectúa la protesta, también están siendo sitiados por la policía y la Seguridad del Estado desde hace unos seis días.
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Los vicecoordinadores denunciaron el ataque del que fueron objeto los huelguistas y el resto de los plantados en la sede al filo de la medianoche de este sábado, en el que resultó herido el artista Luis Manuel Otero Alcántara.
Asimismo, detallaron sus expectativas con la protesta masiva a la que el movimiento convocó para este domingo a las 15 horas, en los parques centrales de todas las provincias, cuyo protocolo, a modo de guía para quienes se animen a participar y alzar su voz contra las arbitrariedades del régimen, compartirán a través de sus redes sociales.
La convocatoria es auténtica, legítima y rápida por la presión, reconoció Ruiz. Sin embargo, ponderó, la protesta es legal. El artículo 56 de la actual constitución recoge el derecho a la manifestación y la libertad de expresión de los cubanos, aunque en la realidad cotidiana los órganos represivos violenten incluso su propia carta magna.
“Queremos recalcar el sentido pacífico de esta manifestación. El gobierno cubano no debería interrumpir ni atacar en ningún momento a ninguno de los manifestantes, no sólo porque estaría violando su propia constitución o nuestros derechos humanos, sino porque ellos mismos han legitimado la turba de personas que van contra los activistas”, analizó Ruiz, al tiempo que denunció que de esas personas que atacan a los activistas, “nunca nadie ha sido condenado o reprimido”.
En varios momentos de su conferencia, el MSI agradeció las muestras de apoyo internacional recibidas hasta el momento y la cobertura por parte de los medios alternativos e independientes cubanos, así como otros de la prensa internacional.
Según los vicecoordinadores, el contacto con parte del cuerpo diplomático acreditado en Cuba, así como con otros organismos y delegaciones internacionales, es parte fundamental de su trabajo de denuncia, ya que los actores foráneos tienen un peso importante a la hora de presionar al régimen.
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Tienen una fuerza operativa en las altas esferas del gobierno cubano que no tiene el ciudadano común, señaló Matos, que recalcó la necesidad y pertinencia de tener una visibilización continua de lo que sucede en San Isidro, como medio para tener un apoyo internacional que haga comprender al gobierno cubano la importancia de dialogar con los activistas.
Respecto a la protesta de la tarde, el MSI admitió saber que no hay demasiada convocatoria en la sociedad cubana, mayormente porque las personas temen que hacen algo ilegal o que va a tener repercusiones en su vida si se pronuncia contra el régimen.
“Es real, pero no nos basamos en eso para nuestras acciones”, puntualizaron los vicecoordinadores, que manifestaron estar sintiendo mucha solidaridad.
“Desconozco si va a ser masiva, pero, aunque sea un acto de representación mínimo o simbólico, es suficiente para nosotros”, dijo Matos, mientras que Pacheco admitió que las manifestaciones en Cuba siguen siendo “ejercicios peligrosos”, pero útiles para “capitalizar la solidaridad y convertirla en capacidad de justicia”.
“Estos ejercicios van creando la conciencia, el empuje que nos permitirá en algún momento a nosotros como sociedad civil conseguir nuestros objetivos como ciudadanos. Nos falta estructurarnos, hacer campañas de bien público, pero la protesta de hoy al menos va a hacer una presión simbólica”, concluyó.