La cadena Meliá Hotels International S.A., de amplia presencia en Cuba, se prepara para la reapertura del turismo en la isla luego del cierre de operaciones por la pandemia del coronavirus.
“Hemos introducido nuevos productos y equipos aprobados oficialmente para garantizar niveles máximos de limpieza”, anunció Meliá Cuba en Twitter.
Una vez establecido por la cúpula del poder político el reinicio de la actividad turística se hará de forma escalonada. En una primera etapa las ofertas estarán dirigidas al mercado nacional, y con la apertura de fronteras los clientes internacionales podrán acceder a determinados destinos “cuyas condiciones no afecten la salud y el bienestar de nuestros pobladores”, informó la prensa estatal.
La empresa española no ha perdido tiempo. “Mantente a salvo en Cuba, mantente seguro con Meliá”, es el slogan de la campaña que ya desarrolla en redes sociales la cadena Meliá, con una experiencia de 64 años y una de las primeras a las que Fidel Castro permitió hacer negocios en la isla “socialista”.
Entre las nuevas medidas que anuncia, acatando indicaciones de las autoridades cubanas, está el reforzar “los protocolos de seguridad e higiene, con más frecuencias e intensidad en la desinfección de todas las áreas, especialmente de puntos críticos”.
Según su página web, Meliá ha introducido “nuevos productos y equipos homologados para garantizar los máximos niveles de limpieza” y también ha implementado “nuevos protocolos de lavado y recogida de ropa para evitar la contaminación cruzada”.
La firma asegura que los clientes tendrán “disponible todo el tiempo los elementos de protección necesarios” para no enfermarse de la COVID-19. Además, incorporaron “dosificadores de gel desinfectante en todas las áreas comunes”.
Para mantener la distancia de seguridad y evitar contagios, redujeron el aforo en salones y áreas de los hoteles, cambiaron la disposición entre mesas y el mobiliario en general, y aseguran que implementaron “la redistribución de espacios y horarios de servicios, así como una oportuna señalización”.
Además, según Meliá Cuba “cada hotel garantiza la asistencia médica primaria, con énfasis en los nuevos escenarios sanitarios”.
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Los apresurados trabajos de reparación en polos turísticos como Varadero, el pedraplén sobre el mar que conduce a los cayos del norte de Villa Clara y las indicaciones para reservar tres hoteles en Camagüey para viajeros extranjeros, pronostican que el régimen reabrirá en algún momento del inicio del verano, aunque primero lo hará con el mercado doméstico.
Cadenas de hoteles como la estatal Cubanacán, y la española Meliá han anunciado su ajuste a los nuevos tiempos post pandemia.
Cubanacán dio a conocer los protocolos para los hoteles en la isla cuando se dé la orden de reapertura. Entre las medidas destaca que en los parqueos del hotel cada transporte recibirá fumigación en los neumáticos con los productos requeridos para garantizar su desinfección; a la entrada del hotel habrán desinfectantes para el calzado, gel antibacterial o agua clorada; a cada cliente se le tomará la temperatura.
Además, habrá distanciamiento social en las instalaciones; y a los equipajes se les aplicará desinfección. Cabe destacar que en la primera etapa de reapertura no habrá servicio de barra en los bares y los servicios de restaurante buffet se limitarán, con distanciamiento entre mesas.
Aunque las autoridades cubanas le ponen todo al turismo para contener la debacle económica, lo cierto es que varios expertos han alertado que es una apuesta fallida. Incluso antes de la crisis internacional que está generando la pandemia del coronavirus, en el 2019, viajaron a la isla solo cuatro millones 275 mil 561 turistas extranjeros, lo que representó un decrecimiento del 9,3% comparado con el año precedente, según la oficialista Prensa Latina.
El prestigioso economista Pedro Monreal desaconseja estos movimientos de reapertura que emprende el régimen. Advirtió en Twitter el despropósito de invertir en el turismo cubano cuando otras áreas como la alimentación o la higiene familiar están prácticamente desatendidas por el estado.
Monreal afirmó en sus tweets que: “La burbuja inmobiliaria turística pinchó hace rato en Cuba y no se justifica invertir copiosamente cuando ya existe exceso de capacidad de alojamiento y cuando las perspectivas del turismo no son redituables”.