No sólo GAESA, familia López-Calleja controla empresas turbias en paraísos fiscales

Guillermo Faustino López-Calleja, hermano del poderoso general que preside GAESA, figura como propietario de varias empresas turbias en paraísos fiscales como Luxemburgo, Bahamas, Islas Vírgenes y Chipre
Luxemburgo, uno de los paraísos fiscales en los que Guillermo Faustino López-Calleja aparece como propietario
 

Reproduce este artículo

El poderoso general cubano Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, sancionado por Estados Unidos en 2020, no sólo controla el emporio del Ejército de Cuba conocido como GAESA ( Grupo de Administración Empresarial S.A.), sino también empresas que el régimen habría creado en Luxemburgo y otros países, identificados como paraísos fiscales, presuntamente para burlar el embargo.

Parte de ello se conoció en 2016 con las revelaciones de los Panamá Papers, pero lo concerniente a la pequeña nación europea y otros turbios negocios empresariales del régimen han quedado aún más al descubierto con una reciente investigación periodística del Miami Herald, el Nuevo Herald y su compañía matriz, McClatchy.

Según descubrieron estos, a partir de un hallazgo de OpenLux –proyecto colaborativo de periodistas de todo el orbe- que revela cómo Cuba ha usado durante decenios el pequeño paraíso fiscal de Luxemburgo para registrar compañías offshore y volar bajo el radar, Guillermo Faustino Rodríguez López-Calleja es el propietario controlador de la empresa Mid Atlantic, registrada en el país europeo desde al menos 1973.

Hermano de Luis, que dirige el conglomerado empresarial militar que, según se estima, controla cerca del 60 por ciento de la economía cubana, Guillermo Faustino ha mantenido siempre un perfil bajo, al punto de que no existen imágenes o registros públicos de su actividad económica extra fronteras.

Es graduado de la Academia Naval de Cuba y vivió varios años en la capital griega de Atenas, donde manejó “todo lo que tiene que ver con la marina mercante, y el transporte marítimo y la carga para las compañías de Luis”. “Era más poderoso que un ministro”, dijo a El Nuevo Herald Delfín Fernández, exespía cubano que desertó a España en 1999 y actualmente vive en Miami, y que aseguró conocer bien a los hermanos Rodríguez López-Calleja, a los que describió como “muy inteligentes y con muchos estudios”.

Guillermo es una figura misteriosa y “parece manejar transacciones relacionadas con el movimiento del petróleo de Venezuela y todo lo relacionado con el transporte marítimo que es rentable, como el transporte de minerales”, dijo por su parte a los referidos medios Emilio Morales, exejecutivo de la agencia estatal cubana de importación y exportación Cimex S.A. que ahora dirige el Havana Consulting Group, una firma en Miami que proporciona análisis de la economía de la isla.

En septiembre de 2019 ADN Cuba se hizo eco de las sanciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos a varias embarcaciones y entidades encargadas del transporte de petróleo de Venezuela a Cuba.

Entre éstas estaban las empresas Caroil Transport Marine Ltd. y Tovase Development, con sede en Chipre y Panamá, respectivamente, ambas dirigidas por Guillermo Faustino, cuyo nombre, según investigaron los medios citados, también aparece en documentos en paraísos fiscales que datan de 1991.

“Sus compañías pantalla parecen haber ayudado a Cuba a eludir las sanciones estadounidenses y sobrevivir al embargo comercial operando casi en secreto tanto en Suiza como en Luxemburgo”, subrayan.

El control empresarial de Guillermo Faustino, y por tanto de la familia López-Calleja va mucho más allá de Mid Atlantic y las empresas relacionadas con el transporte del combustible venezolano. Los registros luxemburgueses muestran que la primera posee a Anglo-Caribbean Shipping Co., una firma naviera con sede en Londres.

Asimismo, el nombre del hermano del poderoso general, muy cercano a Raúl Castro, aparece en los Papeles de Panamá como uno de los directores en 2014 de la compañía naviera de granos Albagranel S.A., registrada en Bahamas y a la que el gobierno venezolano le perdonó la deuda.

También se le ve en un documento de noviembre de 2019 como presidente de la empresa Pescatlan S.A., registrada en las Islas Vírgenes Británicas.

Como bien apunta el Herald, para mantenerse a flote en tiempos difíciles, casi siempre dada la improductividad de su esquema económico y la permanencia del embargo desde 1961, “Cuba ha confiado en el mismo mecanismo usado por los ricos, los famosos y a veces los corruptos: empresas pantalla con abogados, contadores y directores falsos para moverse y ocultar dinero”.

Guillermo Faustino es sólo una pequeña pieza de un gran rompecabezas que la información disponible no permite asegurar si está diseñado sólo para burlar las sanciones estadounidenses y mantener la economía de la isla en pie, o también para el enriquecimiento de la cúpula del régimen y sus funcionarios grises más allegados, como los López-Calleja. 

Para Brian Latell, exfuncionario de inteligencia estadounidense y observador de los asuntos cubanos, el papel del hermano del poderoso general en Mid Atlantic pudiera circunscribirse tanto a negocios oficiales del gobierno cubano como a prácticas de corrupción que los involucra a ambos.

“¿Qué tan bueno es el gobierno cubano en prácticas secretas, encubiertas y corruptas que rara vez se detectan? Yo diría con confianza que son altamente calificados en estas y otras artes negras”, dijo Latell al Herald.

 

Relacionados