Miembros de la familia opositora Miranda Leyva, de Holguín, serán sometidos a juicio sumario en diciembre, informó este 26 de noviembre Ana Iris Miranda Leyva.
El juicio ocurrirá antes del 10 de diciembre por el delito de “desobediencia” en el tribunal municipal de Holguín, como parte de las sanciones contra opositores por su activismo a favor de la Marcha Cívica por el Cambio del 15 de noviembre.
El proceso judicial afecta a tres miembros de la familia, Ana Iris, Ada Iris y Fidel, sobre los que ya pesan sanciones de privación de libertad por un año, conmutadas a “limitación de libertad”.
El 25 de noviembre los tres opositores fueron golpeados durante un arresto frente al albergue estatal donde se alojan por agentes de la Seguridad del Estado, quienes les advirtieron que pronto volverían a la cárcel. Durante el arresto las fuerzas del orden golpearon a la anciana María Casado Ureña, de 74 años e impedida física, agrega la nota en redes sociales.
Desde el 24 de junio, la familia Miranda Leyva, incluyendo a la anciana María Casado Ureña, se encuentra en un albergue estatal en las afueras de la ciudad. “Se nos comunicó que nos tendrán aquí solo cuatro o cinco días, y que luego tendremos que irnos; es decir, para la calle”, aseguró Ana Iris.
Una familia en constante acoso del régimen
El 18 de mayo del 2021, los miembros de la familia opositora holguinera fueron procesados en dos juicios, por delitos comunes imputados por el régimen.
Según contó Fidel Miranda Leyva en un contacto con ADN Cuba ambos procesos ocurrieron “sin ninguna garantía en cuanto a derechos humanos ni jurídicamente”.
Ana Iris Miranda Leyva, Ada Iris Miranda Leyva, Maydolys Leyva Portelles y Fidel Manuel Batista Leyva están acusados de “amenazas”, mientras que Ada Iris, la madre de los dos adolescentes que integran la familia, fue enjuiciada por el delito de “Otros Actos Contrarios al Normal Desarrollo del Menor”.
La sentencia de Ada Iris fue de 10 meses de limitación de libertad, bajo las condiciones de que debe trabajar y reincorporar a los niños al sistema educativo cubano. “Se le respondió que ella no va a trabajar y menos regresar a los niños a ese sistema violento del que hubo que sacarlos porque su vida corría peligro”, acotó en ese momento Fidel Manuel.
Desde el mes de julio de 2020, esta familia opositora comenzó a denunciar la escalada de acoso y hostigamiento de vecinos orquestados por la Seguridad del Estado, así como de mítines de odio en su contra.