El viceministro “guapo” Fernando Rojas apartó la vista mientras policías reprimían a joven artista

El viceministro de cultura Fernando Rojas, conocido como “Cheo Malanga” por su hábito de hacerse el guapo e invitar a fajarse a golpes a críticos del régimen, sabe bien dónde y cuándo hacer el “valiente”
Foto de Ernesto Reyes Estévez. Tomada de Facebook
 

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El viceministro de cultura de Cuba, Fernando Rojas, conocido como “Cheo Malanga” por su hábito de hacerse el guapo e invitar a fajarse a golpes a críticos del régimen, sabe bien dónde y cuándo hacer el “valiente”.

A propósito del reto en redes sociales #encubahayunadictadurachallenge, Ernesto Reyes Estévez, publicó en su perfil en Facebook una imagen donde aparece Rojas cabizbajo, pasando frente a agentes de la policía del régimen, en una céntrica zona de Nuevo Vedado, en la capital del país. Estévez detalló:

“Este fue un día en el que tuve una experiencia bastante estresante cuando me encontraba haciendo una imagen para un concurso de fotografía de arquitectura y sin más me mandaron una patrulla y un agente de la Seguridad del Estado para cargarme y en el medio del proceso pasa el viceministro Fernando Rojas, y en vez de aunque sea preguntar qué pasaba pues solo bajo la cabeza y siguió de largo, ni dialogó con los agentes”

“Pues al ver su indiferencia saque mi móvil y le hice esta instantánea. ¡Esto fue en 2019 la tenía guardada para la ocasión!”, precisó.

Ernesto Reyes Estévez  créeme, sé qué es eso, no valen la pena, son esclavos de su miseria, en la foto está la respuesta: hacerse el ciego por 1 libra de pan”, comentó en el post Karel Ensenat

A finales de noviembre de 2019, molesto y burlado por un enemigo sin rostro, el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, se quedó con las ganas de batirse en duelo con un cibernauta al que citó en el monumento a Benito Juárez, cito en la calle G de La Habana.

“Te estoy retando, cobarde anónimo. Da la cara”, así escribió el funcionario a un tal “Arapet” luego de un intercambio en Twitter, que nadie sabe si es una persona real o un bromista con la envidiable capacidad de sacar de quicio a este dignísimo burócrata.

Lo cierto es que Rojas asistió al lugar del gallardo encuentro en que se batiría a puños con el otro caballero, y tras esperarlo por 15 minutos regresó con el rabo entre las piernas, como se dice coloquialmente, y quién sabe si con los puños calientes, sin poder darle su merecido al “cobarde anónimo”.

“Gracias por otra confirmación indirecta de que nadie me espera”, declaró Rojas entonces, como contesta a los cibernautas que le decían, sin respetar su dignidad, que era lógico que nadie lo esperaba. Era lógico para todo el mundo, excepto para el viceministro.

 

Un año después de aquel acto bochornoso, Rojas recibió a un grupo de personas, en representación de los más de 300 que se reunieron frente al Mincult  exigiendo respeto para el Movimiento San Isidro y por más libertades en Cuba.

Pero, unos días después del encuentro del denominado grupo 27N con el Viceministro, ya se está completando la farsa del castrismo que dio inicio apenas concluido el encuentro del 27 de noviembre con artistas y activistas en el Mincult.

Detenciones, amenazas, arrestos domiciliarios y difamación en los medios de propaganda estatal, se han venido sucediendo luego del plantón de cientos de personas frente al Mincult. El régimen dejó claro que no le interesa el diálogo ni respetar los derechos humanos, y traicionó un segundo encuentro pactado con los manifestantes, para organizar este sábado un retablo de la simulación, con personas procastristas, incautos que se tragaron el relato oficialista (¿será posible, a estas alturas?) o quienes no tuvieron el valor de negarse al juego del represor.

 

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