A pesar de que este último ha sido el peor de los rebrotes de COVID-19 en Cuba, el régimen no ha detenido su industria turística, ya sea en la construcción o remodelación de hoteles y otras instalaciones, o en la acogida de turistas, sin importar que muchos de los visitantes extranjeros proceden de países con altas incidencias de la enfermedad, y que en muchos casos han dado positivo a la hora de entrar al país o durante su estancia.
Respecto a esto último podemos recordar que los primeros casos detectados en la isla fueron ciudadanos extranjeros, situación que se dio debido a la insistencia del régimen de mantener la entrada de turista, y no solo eso, sino que desde los medios de comunicación del castrismo, se ha mantenido la propaganda alegando que Cuba es un destino seguro para el turismo.
Un ejemplo de eso es un artículo publicado este 6 de abril por el estatal periódico Invasor, donde se destaca que "la llegada de 2 600 turistas rusos cada semana al aeropuerto internacional de Cayo Coco, demuestra que Cuba es hoy un destino seguro para disfrutar en tiempo de COVID-19".
El texto de Invasor celebra que el mercado de Rusia prefiera la región turística Jardines del Rey, "pues la situación epidemiológica existente a nivel mundial por la pandemia frenó el flujo de turistas desde Europa, Canadá y países de América Latina", confirmó la delegada del Ministerio del Turismo en Ciego de Ávila, Iyolexis Correa, quien agregó que "semanalmente llegan cuatro vuelos desde Moscú hasta Cayo Coco, de las aerolíneas Nordwind y Aigle Azur".
Sin importar cuales sean los protocolos de prevención, hay que tener en cuenta que este escenario pone en riesgo tanto la vida de los turistas como la del personal que tiene que interactuar con ellos, primero porque es sabido que en muchos casos los visitantes extranjeros no respetan las medidas sanitarias, y luego, porque a pesar de cumplir con estas, son numerosos los casos de quienes han adquirido la enfermedad.
Para sostener este flujo de visitantes en esa región el régimen mantiene operativos ocho hoteles en Cayo Coco y Cayo Guillermo, a los cuales ha certificado con la condición de "Turismo más Higiénico y Seguro", por supuestamente cumplir los requisitos para evitar la propagación del SARS-CoV-2, pero si recordamos, en noviembre último en ese territorio, se dio un incidente de contagios que involucró a más de 30 turistas, a pesar de los protocolos de bioseguridad.