El doctor Francisco Durán, director de higiene y epidemiología del Ministerio de Salud Pública (Minsap) no cree que se tenga disponible una vacuna para el coronavirus antes de “los primeros meses del 2021”.
Este miércoles la primera pregunta que le hicieron en la habitual conferencia de prensa para actualizar los datos oficiales de la epidemia en Cuba, fue sobre la vacuna Sputnik V, anunciada por Rusia y que ha levantado lo mismo expectativas y esperanzas, que críticas y dudas sobre su veracidad. Incluso la prensa estatal de la isla, ha difundido que podría reproducirse en Cuba el medicamento exhibido por Putin “como el primero del mundo” contra la COVID-19.
“Algunos compañeros me dicen Durán tú a veces eres un poco pesimista… No, no es que yo sea pesimista, es que hay que ser realistas”, comenzó el funcionario su medida respuesta.
“Cuando uno piensa en una vacuna dice ah bueno, esto dentro de poco se va a resolver y vamos a eliminar todo esto, el nasobuco [mascarilla sanitaria], la solución clorada para el agua, y realmente yo sigo pensando que vacuna como tal, que pueda el mundo tener disponibilidad y nosotros como parte del mundo, nos parece que quizás sea en el año 2021, parece ser que los primeros meses”, afirmó el doctor que ha cobrado fama por ser la cara más visible en Cuba, entre las autoridades sanitarias involucradas en la estrategia contra la pandemia de coronavirus en la isla.
Explicó que “hay varios países que están trabajando: Rusia, China, Estados Unidos, Gran Bretaña… nuestro país está trabajando con candidatos vacunales”.
Dijo que “lo que más se ha divulgado es la posibilidad de que Rusia en octubre comenzara a aplicar su vacuna, que ha tenido las dos cosas que se buscan: una –y la más importante– es que eleve la inmunidad de la persona y le permita defenderse y no adquiera la enfermedad; y la otra cosa es que no produzcan efectos secundarios en los que reciben las vacunas”.
Durán en repetidas ocasiones ha avalado el uso de preparados homeopáticos para “prevenir” el coronavirus, una práctica anticientífica. Ahora, quizás para moderar la discreción con la que comenzó su respuesta sobre la dudosa vacuna de los aliados rusos, pasó a aceptar sin cuestionar lo dicho el martes por el autócrata del Kremlin, violando los estándares científicos internacionales.
El funcionario cubano dijo que “las investigaciones rusas plantean que el comportamiento de su vacuna es así, ya lo están ensayando (…), y también he visto informaciones de que van a trabajar de conjunto con los científicos cubanos, con el Instituto Finlay de nuestro país, que produce vacunas…”
Sin embargo, el microbiólogo cubano Amílcar Pérez Riverol, con una maestría en virus respiratorios, advirtió sobre lo poco confiable que es hasta el momento la supuesta vacuna rusa contra la COVID-19.
“Tengo problemas con cualquier vacuna (…) de la que no he podido encontrar datos publicados, de la que no se si fue evaluada bajo el golden standard de un diseño randomised, placebo-controlled, single or double blinded. Tengo problemas con cualquier vacuna registrada para uso generalizado sin que haya pasado por Fase III de estudios clínicos y que incluso en el listado oficial de la OMS aparece como un candidato en Fase I de evaluación”, publicó en Facebook, a propósito del entusiasmo desmedido que provocó el anuncio de Putin sobre la vacuna, y la posibilidad de su aplicación en Cuba.
El científico añadió: “Tengo un problema y grande con cualquier medicamento, pero particularmente una vacuna, que potencialmente será suministrada a millones de personas sin haber visto los datos, la evidencia clínica y experimental que demuestre que es segura y eficaz. Y los tendré hasta que, en lugar de declaraciones, anuncios y titulares, vea los datos.
“A los efectos de la evaluación de una vacuna, la hija de Putin, supuestamente voluntaria, no pasa de eso, un voluntario. Y se necesitan miles en un estudio de Fase III controlado para probar la seguridad y eficacia de cualquier candidato. No tengo problemas con una vacuna rusa, tengo problemas con cualquier vacuna registrada en estas condiciones”.
La OMS también recibió con cautela la noticia del supuesto logro de Rusia, señalando que ésta, como el resto de naciones, deberá seguir los trámites de precalificación y revisión que exige el organismo internacional.
“Acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad”, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS Tarik Jasarevic, quien añadió que la organización está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas.
Subrayó que la organización se siente animada “por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas” y espera que algunas de ellas “se muestren seguras y eficientes”. La supuesta vacuna rusa, no figuraba entre las seis que según señaló la OMS la semana pasada estaban más avanzadas.
El organismo con sede en Ginebra citó entre esas seis a tres candidatas a vacunas desarrolladas por laboratorios estadounidenses (de las farmacéuticas Pfizer y Moderna), chinos y la británica desarrollada por AstraZeneca en colaboración con la Universidad de Oxford.
Entretanto, el doctor Durán aconseja: “de momento lo que tenemos es protección, distanciamiento, nasobuco, soluciones desinfectantes…”