El régimen ha dado carta blanca a la policía para hacer allanamientos y decomisos en negocios, buscando mostrar severidad, “mano dura” ante un pueblo pobre que sucumbe en la miseria y puede levantarse en cualquier momento. A Raúl Castro, este show autoritario “le gusta” y no podía ser de otra manera dados sus antecedentes de militar-administrador y dictador.
Al menos eso sugiere el presidente designado por el jefe del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel, quien en una reunión invocó el apoyo de Castro para la ola de represión y decomisos que se están viendo en tiempos de pandemia del coronavirus.
Según el periódico de propaganda estatal Granma, el mandatario recordó en una reunión de alto nivel gubernamental “lo planteado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, en la más reciente reunión del Buró Político”, sobre las operaciones policiales-propagandísticas.
Díaz-Canel asegura que Castro quiere, cuando se pase a la recuperación de la epidemia, que “sigamos manteniendo la intensa lucha en el enfrentamiento a la corrupción y a las ilegalidades; y haciendo público un grupo de casos con toda la profesionalidad que eso lleva y con todos los códigos de comunicación social que debemos mantener”.
El noticiero nocturno de la estatal Televisión Cubana, ha sido la plataforma principal desde donde mostrar la “mano dura” de la policía, y así intentar construir una ilusión de seguridad en la población, la misma que vive la incertidumbre diaria de qué llevará a la mesa, con qué detergente fregará los platos, o lavará su ropa.
Los medios oficialistas omiten, por ejemplo, que el régimen se despoja con estas operaciones policiales/mediáticas de las culpas del desabastecimiento y la ineficiente gestión económica durante décadas.
Sin embargo, no estimula las Pymes ni garantiza un Mercado Mayorista nutrido para los pequeños negocios gastronómicos, cuyos dueños tienen que vender para pagarle al propio estado altos impuestos. O que continúa concentrando en la corrupta e ineficiente empresa de Acopio, los productos de los campesinos imposibilitados de vender directamente a la población.
Nada indica que el show de los decomisos vaya a cambiar, y menos ahora con la “santificación” desde la sombra del general Raúl Castro.
El presidente Díaz-Canel aseguró que luego de superada la pandemia “seguimos con esa intensidad. Eso llegó para quedarse y lo vamos a continuar haciendo permanentemente”, aseguró Miguel Díaz-Canel, el mismo que entre sus planes más brillantes para resolver la alimentación de Cuba proponer “limonada, guarapo y masa de pizzas”.