Díaz-Canel apuesta por la soberanía alimentaria en un país donde no hay ni arroz

A pesar de la falta de alimentos básicos como el arroz, los granos, la carne o la harina de trigo, Miguel Díaz-Canel invoca la soberanía alimentaria como solución a la crisis agravada por la pandemia de COVID-19.
 

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Este jueves, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel abogó por alcanzar la meta de la soberanía alimentaria en Cuba durante una videoconferencia en la que lo acompañaron el primer ministro de la Isla, Manuel Marrero Cruz, y otros dirigentes del Partido y el Gobierno.

No obstante, en los reportes de la prensa oficialista no trascendió que el gobernante ofreciera detalles sobre la crisis alimentaria que sufre el pueblo cubano, debido a la mayor escasez de alimentos del último cuarto de siglo.

Por su parte, el portal web de la Presidencia de Cuba reportó que el principal punto tratado por el gobernante en la reunión había sido la soberanía alimentaria y nutricional como parte de la estrategia económica y social del país para impulsar la economía y hacerle frente a la crisis mundial provocada por la pandemia de COVID-19.

“Aun cuando se reconocen avances en la siembra de los principales cultivos priorizados, lo hecho es todavía insuficiente en relación con las potencialidades del programa de autoabastecimiento local”, repitió Díaz-Canel en la reunión, según la web de la Presidencia.

“De acuerdo con las áreas disponibles actualmente no se alcanza el per cápita de viandas y hortalizas previsto en el referido programa, un asunto sumamente estratégico para la nación”, agregó.

No obstante, evitó mencionar la falta de otros productos alimenticios básicos en la dieta de los cubanos, como el arroz, los granos y la harina de trigo.

Por su parte, durante el encuentro, Marrero Cruz insistió la producción de alimentos, la necesidad de sembrar cada vez más y de eliminar importaciones.

“Hay que sembrar más, con menos o más combustibles, con menos o más plaguicidas, hay que sembrar más en cada municipio o Consejo Popular”, pidió.

En la Isla son comunes este tipo de reuniones en las que los dirigentes del Partido y el Gobierno piden más esfuerzos al pueblo, sumido en una crisis alimentaria agravada por la pandemia de COVID-19 y la caída del turismo. Sin embargo, en su discurso cargado de consignas “revolucionarias” los gobernantes nunca reconocen la gravedad de la situación.

Recientemente, un equipo de ADN Cuba salió a las calles de La Habana para preguntar sobre la existencia de productos alimenticios en los agromercados de la provincia, y los resultados no fueron alentadores.

“En un país agrícola no deberían existir este tipo de problemas. Fuera para que estuvieran en los mercados fácil”, contó un hombre ante las cámaras de la revista.

Un señor mayor señaló que se ha perdido mucho en la agricultura de la Isla. “Nos dedicamos a otras cosas. Teníamos ayuda de la Unión Soviética y nos olvidamos de la producción, de mil cosas. La producción agrícola está avanzando pero debe haber un control. La vianda en el particular está demasiado cara para el momento”.

En medio de la grave escasez, el exespía cubano Gerardo Hernández Nordelo ha aparecido ante las cámaras de los medios oficiales cubanos pidiendo a la población que siembren en sus casas y patios lo mismo piña, calabaza que plátanos.

 

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