La escasez de alimentos en Cuba no tiene que ver con la crisis por la pandemia del coronavirus, la excusa de turno que pone el gobierno ante la ausencia de suministros básicos en los mercados de la isla.
El régimen debe liberar las fuerzas productivas y apoyar a los campesinos que cultivan la tierra.
Un equipo de ADN Cuba salió a las calles habaneras para preguntar sobre la existencia de productos alimenticios en los agromercados de la provincia, y los resultados no son alentadores.
"En un país agrícola no deberían existir este tipo de problemas. Fuera para que estuvieran en los mercados fácil", contó un hombre ante las cámaras de la revista.
Un señor mayor señaló que se ha perdido mucho en la agricultura de la isla. "Nos dedicamos a otras cosas. Teníamos ayuda de la Unión Soviética y nos olvidamos de la producción, de mil cosas. La producción agrícola está avanzando pero debe haber un control. La vianda en el particular está demasiado cara para el momento".
Este señor también habló de la corrupción con el cambio de precios a los productos alimenticios.
Una señora apenas consiguió plátano burro y macho, quejándose de que el boniato "no se ve".
Por su parte, una anciana también manifestó que hace tiempo no ve malanga ni hortalizas.
La libra de carne de cerdo oscila entre los 60 y 70 pesos, más de dos dólares, que representan un duro golpe al cubano de a pie.
Es en estos momentos de gran escasez cuando al régimen lo único que se le ocurre es sacar al ex espía, Gerardo Hernández, diciendo que las personas deben sembrar en sus casas: lo mismo piña, calabaza que plátanos.
Este lunes, en una entrevista dada al estatal periódico Escambray, el ahora vicecoordinador de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), recomendó a los cubanos que sembraran plátanos.
"Cualquier racimo de plátano que se obtenga en el patio de una casa es un producto que no hay que comprarlo en el mercadito y, por tanto, queda ahí para las personas que más lo necesitan", dijo en una visita a Sancti Spíritus.
Ya en semanas anteriores, el funcionario del régimen de La Habana, en su discurso populista había echado mano de frutas, sí, frutas: calabaza y piña para salir de la crisis económica.