Del Llano al fin pone una: “Que no vean la luz el represor y el oportunista”

Eduardo del Llano exigió "arresto domiciliario para el corrupto, el inepto, el mediocre y el mentiroso. Que no vean la luz el represor y el oportunista"
Eduardo del Llano y Movimiento San Isidro. Fotomontaje: ADN Cuba
 

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El polémico escritor y cineasta cubano Eduardo del Llano se pronunció contra los mítines de odio y la represión del Estado hacia los jóvenes que protestan pacíficamente.

Además de su obra literaria y películas independientes en clave de humor y sátiras, es conocido por sus cuestionados pronunciamientos en redes sociales de los últimos tiempos, algunas veces lúcidos, y otras que tal parecen exabruptos para impactar.

Pero este miércoles, del Llano al fin dio en el clavo y se alineó con la justicia y los reclamos de gran parte de la sociedad civil cubana.

“No se trata de hasta qué punto estoy de acuerdo o no con sus ideas, sino con su inalienable derecho a expresarlas”, comenzó en un post de su página oficial en Facebook.

“Impedir que un grupo de jóvenes se manifieste pacíficamente, no dejarlos salir de casa empleando para ello a un grupo de testaferros dudosamente espontáneos, es un acto de violencia, y desde luego violatorio de los derechos humanos”, lanzó el creador del famoso personaje de Nicanor.

Presuntamente se refiere a los mítines de odio, el asedio de viviendas y las detenciones arbitrarias sufridas este fin de semana por varios activistas, artistas y periodistas independientes sobre todo relacionados con el Movimiento San Isidro.

“No se puede acorralar al opositor, al disidente, al descontento como si fuese mero ciudadano de segunda, carne de pogrom y linchamiento”, consideró Eduardo del Llano.

Añadió, tirándose a la piscina contra el autoritarismo del régimen cubano, como hace tiempo no hacía: “Negarles [a los jóvenes] la posibilidad de expresarse, de reunirse, de protestar, de representación parlamentaria, no tiene nada de democrático; meterlos a todos en el mismo saco de agentes enemigos es un insulto a la inteligencia”.

El escritor bromeó con que, si se trata de no dejar salir de casa al que se estima potencialmente conflictivo, entonces se debería impedir “el libre desplazamiento del ministro que dice tonterías, del dirigente que medra a mil leguas de la realidad, del periodista complaciente y el policía abusivo, del ciudadano que se presta para un acto de repudio”.

Eduardo del Llano exigió “arresto domiciliario para el corrupto, el inepto, el mediocre y el mentiroso. Que no vean la luz el represor y el oportunista. Que sólo gane la calle quien pueda tirar la primera piedra... y decida no hacerlo”.

El pasado sábado, en que se conmemoraba el inicio de las guerras independentistas de Cuba (Guerra de los Diez Años, 1868), casi una veintena de activistas, artistas y periodistas independientes, entre ellos la reconocida artista Tania Bruguera y miembros del Movimiento San Isidro, fueron detenidos durante varias horas.

El grupo había convocado en su sede un “Concierto por la Libertad” y divulgado, con ocasión de la efeméride, una “declaración contra la violencia policial en Cuba” en la que denunciaba que su sede estaba sometida desde hace días a “un fuerte asedio”. Ninguno de los actos cívicos y culturales convocados llegó a materializarse, por el despliegue policial y de turbas procastristas para impedirlos.

En esa misma jornada la curadora de arte Anamely Ramos y la escritora Katherine Bisquet también sufrieron un “acto de repudio” a las puertas de la casa de la primera, donde varias mujeres intimidaron con gritos y ademanes violentos, ante la instigación policial, e impidieron salir a Ramos y entrar a Bisquet, quien iba a visitarla. Ambas terminaron arrestadas durante unas horas.

 

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