Una cubana diabética con el pie en estado de putrefacción por las lesiones derivadas de la enfermedad fue enviada en días pasados a su casa porque en el hospital donde estaba ingresada, según le dijeron a ella y sus familiares, no había condiciones para amputar.
El “alta” médica le fue dada el pasado 31 de marzo, según refirió su sobrino en la red social Twitter, quien denunció el hecho y condenó su ocurrencia en un país que se presume como “potencia médica”.
“Hoy le dieron el alta a mi tía diabética del hospital Miguel Enríquez (La Benéfica) porque, y cito textualmente, ‘no están amputando, así que háganle bien las curas en la casa’”, escribió en ese entonces el usuario identificado como Alex Jorge (@Alex_Jorge83), que además subrayó que los pacientes tenían que llevar los medicamentos de sus casas al hospital porque allí no había.
Apenas dos días después de que su tía fuera dada de alta, Alex Jorge volvió a acudir a Twitter para mostrar el grave estado en el que se encontraba el pie de su tía.
“Vean como está el pie de mi tía que los indolentes e ineptos del Miguel Enríquez mandaron para su casa por no poder amputar, supuestamente por una bacteria en el salón, además que no le dieron medicamentos”, escribió, al tiempo que cuestionó al personal médico del Miguel Enríquez y decisores correspondientes si no podían haber remitido a su tía para otro hospital.
Denuncias recurrentes
Las denuncias sobre escasez de medicamentos y mala atención médica en Cuba se han vuelto recurrentes en los últimos años. Cubanos con acceso a internet acuden a las redes sociales para compartir sus experiencias y denunciar lo que consideran negligencias médicas o condiciones que destruyen el mito oficialista de que la isla es una potencia médica.
En una de las denuncias más recientes, el 1 de abril la cubana Yuneisi De Bardet Pérez denunció en redes que su tía Ángela murió por una negligencia y falta de atención médica en el hospital La Dependiente, ubicado en el Cerro, La Habana.
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La fallecida, quien presentaba retraso metal, fue ingresada bajo supuestos síntomas de coronavirus, pero luego de su muerte los galenos indicaron que murió de neumonía y que no tenía COVID-19.
De Bardet Pérez narró la secuencia de hechos que acabaron con la vida de su tía, donde incluyó la desatención de los médicos y la mala praxis ante este caso.