Víctima de “croquetas explosivas”: la “potencia médica” no tiene cómo curarlo

“En el hospital me atienden dos residentes de medicina puesto que no había médico de guardia. Con una sola torunda me limpiaron toda el área quemada y no había sulfadiazina de plata para echarme”, denunció este cubano víctima de quemaduras por “croquetas explosivas”
Víctima de “croquetas explosivas”: la “potencia médica” no tiene cómo curarlo
 

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Mientras el régimen castrista continúa promoviéndose como “potencia médica”, un cubano residente en la provincia de Santiago de Cuba, se comunicó con nuestra redacción para denunciar la falta de atención médica, ambulancia y medicamentos, que sufrió tras haberse quemado en varias partes del cuerpo con las llamadas “croquetas explosivas”.

Esta persona, quien pide no revelar su identidad para evitar represalias en su contra, explicó a ADN Cuba, que el pasado 4 de marzo compró al intentar cocinar las croquetas, “sin tocar el sartén, empezaron a explotar. Cuando fui a quitar la hornilla eléctrica de la corriente, me calló casi el sartén completo lleno de aceite encima”, detalló.  

Según cuenta este cubano, un vecino lo trasladó al policlínico más cercano de donde reside en el distrito José Martí de Santiago de Cuba, pero no pudieron atenderlo porque “no habían materiales para hacer las curas que llevaban” las heridas.

“Tampoco había en que llevarme para el hospital (…) y se me estaban ampollando las quemaduras más rápido de lo normal. Ante tantos reclamos en el policlínico por la falta de transporte, me logran llevar en una guagua que estaba destinada para los pacientes con COVID- 19 hasta el Hospital Clínico Quirúrgico a la Sala de Quemados”, refirió.

Explico además, que “una vez estando ahí me atienden dos residentes de medicina puesto que no había médico de guardia. Con una sola torunda me limpiaron toda el área quemada y no había sulfadiazina de plata para echarme”.

“Para poderme recuperar, una amiga que conocí en Facebook, mediante un grupo al que ella pertenecía, me ayudó a conseguir un poquito de nitrofurazona y algún que otro pomo de cloruro de sodio. Me curaba una enfermera a la que todavía le estoy debiendo 375 cup de las últimas tres curas porque no tenía más dinero para poderle pagar. Gracias que ella entendió mi situación, pues estoy sin trabajar hace ocho meses, desde que vine de La Habana para acá (Santiago de Cuba) y dependo nada más de la chequera de mi abuelo que no alcanza ni para empezar; además de mis dos niños que están en La Habana de 5 y 2 años”, comentó.  

De acuerdo a la información enviada a ADN Cuba por este cubano, otro de las víctimas de las llamadas “croquetas explosivas”, para las curas de las quemaduras ha tenido que gastar una numerosa cantidad de dinero, ya que en las instituciones de salud del régimen no cuentan con los materiales ni medicinas que requiere. “Cada paquete de gaza me salía en 10 cup y fueron 30 (300 cup) que gasté en eso nada más. Los apósitos cada uno 25 cup y fueron 10 (250 cup) y la sulfadiazina de plata fueron 200 cup”, detalló. 

“En curas nada más: 8 curas a 125 cup (1000 cup). Y me queda por pagar las últimas tres. Las curas, los apósitos, las gazas y demás cosas, todo tuve que pagarlo porque en el policlínico no hay con que hacerlo”, precisó.

Este cubano -según expresó a ADN- vive solo con su abuelo en Santiago de Cuba, el cual depende de él totalmente. En las imágenes enviadas a nuestra redacción es posible observar la cantidad de quemaduras que sufrió.

La semana anterior otro cubano fue víctima de las “croquetas explosivas” en La Habana. Según denunció en Facebook el usuario Abel Yadiel Arrieta Valdespina, la víctima en esta ocasión fue Anselmo López Galves.

El pasado 24 de marzo este hombre acudió al mercado capitalino #ch13 ubicado en San Lázaro entre las calles Espada y Hospital para comprar el producto. 

Al llegar a su vivienda en el municipio La Lisa procedió a freírlas y las croquetas le explotaron en la cara, produciéndole quemaduras por todo el cuerpo y le desfiguraron el rostro.

 

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