Cubanos de dentro y fuera de la Isla, cuestionan en redes sociales la agresión física del vocero del régimen castrista castrista Humberto López, a la activista por los derechos humanos, Yeilis Torres Cruz, quien le increpó en la vía pública -mientras transmitía en directo- tras haberlo sorprendido en una presunta infidelidad.
En un video compartido en Facebook, puede verse cómo López, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, intenta arrebatarle el teléfono a la activista para que no continuara grabando. Al no poder quitárselo -Torres Cruz, lo escondió en sus partes íntimas-, López comenzó a golpearla y tocarla inadecuadamente en sus genitales, según denunció la ex fiscal cubana, integrante de Unión Patriótica de Cuba (Unpacu).
La periodista independiente, Mónica Baró Sánchez, refirió en su perfil de Facebook: “No sabemos si López estaba cometiendo o no un adulterio. Y eso tampoco es lo importante. Lo que sí sabemos es que una activista, una mujer, filmó a un periodista y funcionario público en un espacio público y este le agredió. López podía perfectamente haberla ignorado y seguir su camino. Podía no, era lo que tenía que haber hecho. Sin embargo, en el primer video, no ya en el segundo que la activista hace desde su vivienda mostrando golpes, se constata una agresión física que provoca la interrupción del video que filmaba”.
“Que una activista filme y haga preguntas a un funcionario público en un espacio público, en ningún país donde se respete la libertad de expresión un poquito, se considera delito. Agredir a una persona sí es un delito. Entonces, por favor, no comparemos la revelación del supuesto adulterio de Humberto López con una agresión física a una mujer. Y si vamos a indignarnos vamos a indignarnos por lo correcto”, subrayó Baró.
La reportera, Premio Gabo 2019, señaló además: “(…) intentemos no poner al mismo nivel una filmación en un espacio público que una agresión a una mujer. Estaríamos minimizando la violencia a esa mujer.” “(…) Lo que pase con ella en las próximas horas nos seguirá revelando detalles. Por ahora, por favor, superemos ese morbo con el adulterio e intentemos concentrarnos en que hay una mujer denunciando una agresión física por un hombre”, concluyó.
Por su parte, la artista visual y activista, Salomé García Bacallao, advirtió que “aunque no debiera ser así, en todos los países las figuras públicas son acosadas por paparazzi, y su vida privada es sujeta al escrutinio público, especialmente personas que contribuyen a la polarización extrema de la sociedad e incitan al odio de la manera en que lo hace Humberto López”.
“En ningún caso es tolerable ni justificable la agresión física de Humberto López a la exfiscal Yeilis Torres Cruz, hoy miembro de la UNPACU, quien ha sido acosada por la Seguridad del Estado especialmente desde noviembre. Mucho menos con el nivel de violencia que ella alega haber sufrido. Según su testimonio, y las lesiones que mostró como evidencia, Humberto López no solo intentó arrebatarle el teléfono, sino que además la tiró contra el piso y la golpeó ahí, la persiguió cuando ella intentó escabullirse y la volvió a golpear hasta que un vecino intervino, mientras muchos otros miraban sin hacer nada”.
“Humberto López, es feo lo sucedido, pero se llama karma. Simplemente ha sido una pequeña dosis de tu propia medicina”, escribió en Facebook, Manuel Alejandro Rodríguez Yong.
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En tanto, el dramaturgo y teatrista, Yunior García Aguilera, manifestó: “No me gustan los ataques a la vida privada de las personas. La vida pública de Humberto López es ya suficientemente despreciable. Él ha sido usado por el poder para redirigir el rechazo de la gente hacia su persona. Y, consciente de ello o no, se ha destacado en su rol de imán de odios. Ha personificado el desprecio del poder hacia los derechos ciudadanos, ha violado la correspondencia privada de decenas de cubanos, ha mostrado rostros casi infantiles en la pantalla, presentándolos como sucios criminales. Ha provocado el desvelo de muchas madres, ha sembrado la discordia y las bajas pasiones. Ha practicado el asesinato de caracteres de manera sistemática e impune y se ha saboreado mientras lo hace, frente a todos nosotros”.
“HL es el Joffrey de nuestro Juego de Tronos, el Otto Meruelo contemporáneo, la peor metida de pata de la prensa oficialista. Y ha sido excesivamente recompensado y premiado por ganarse nuestra antipatía. Su vida privada me importa un comino. Pero su violencia contra una mujer en plena calle no tiene excusas. HL se comportó como un culpable, un machista abusivo (valga la redundancia)”, concluyó García.
El periodista y académico José Raúl Gallego, añadió al debate “que nadie se asuste si la próxima semana le dan un premio de la FMC [Federación de Mujeres Cubanas] a Humberto. Si ya se lo han dado de la UPEC [Unión de Periodistas de Cuba]... #EsElSistema”.
“(…) la respuesta del innombrable ha estado a la altura de lo que se espera de un sujeto miserable como él”, concluyó la dramaturga y editora, Masiel Rubio.
La artista cubana Tania Bruguera demandó junto a un grupo de colegas de la sociedad civil independiente, a Humberto López.
Según Bruguera, la demanda es por daños morales —debido a los calificativos que vierte el periodista oficialista contra opositores en medios de prensa estatales—.