Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron este sábado 138 nuevos casos de COVID-19 y el fallecimiento como consecuencia de la enfermedad pandémica de otra mujer, lo que eleva el total acumulado de positivos desde el inicio de la pandemia en la isla, en marzo pasado, a 11 038.
La fallecida fue una cubana de 80 años de edad que residía en Cienfuegos. Tenía antecedentes de hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, diabetes mellitus e hipotiroidismo. Murió de un paro cardiorrespiratorio en asistolia tras cuatro días de ingreso.
De los nuevos casos diagnosticados, el Ministerio de Salud Pública de Cuba (Minsap) precisa en su parte que 62 fueron contactos de casos confirmados con anterioridad y 71 tuvieron su fuente de infección en otros países. En cinco no pudo establecerse el origen potencial del contagio, lo que siempre configura un escenario adverso para el control epidemiológico.
Asimismo, del total de nuevos positivos 136 son cubanos y dos extranjeros. Según los datos oficiales del Minsap, al cierre del viernes 25 de diciembre se encontraban ingresados para vigilancia clínica epidemiológica 3 019 pacientes, 731 de los cuales son sospechosos de un eventual contagio y 1 290 casos confirmados y activos de la enfermedad viral.
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Con los notorios incrementos diarios de nuevos casos en las últimas semanas, que rebasaron el centenar en varias jornadas y marcaron nuevos récords de contagios para un lapso de 24 horas, queda claro que la pandemia en el país aún dista de ser controlada, pese a que el gobierno había declarado casi ganada la batalla contra la enfermedad y levantado las restricciones y cuarentenas en todas las provincias.
De los casos activos, 1 275 presentan una evolución clínica estable, mientras que 15 están bajo cuidados intensivos: siete en estado crítico y ocho graves. Hasta el momento, como consecuencia de la enfermedad en Cuba han muerto 141 personas.
Tras la apertura de todos los aeropuertos internacionales los casos de coronavirus se dispararon en Cuba, aunque siguen siendo menores que los que reportan países similares. Los viajeros que arriban a la isla son sometidos a una prueba rápida de COVID-19 en el aeropuerto de entrada y deben guardar cuarentena en sus hogares u hoteles durante cinco días, pero el procedimiento no está arrojando los resultados esperados.
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Los nuevos contagios han superado el medio millar en cada una de las tres últimas semanas y durante ésta a punto de terminar se rebasó el millar de casos confirmados y activos por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Ante ello, el Minsap dispuso nuevos protocolos para los viajeros que decidan ingresar en territorio cubano desde el exterior.
“Atendiendo a la situación epidemiológica internacional relacionada con la pandemia de COVID-19 y teniendo en cuenta el alto por ciento de casos detectados con fuente de infección en el exterior, luego de la apertura de los aeropuertos internacionales, se ha decidido establecer como requisito para la entrada al territorio nacional de todos los viajeros internacionales el certificado de realización de una prueba PCR con 72 horas de antelación a su arribo”.
La medida, que según el comunicado debe entrar en vigor a partir del 10 de enero de 2021, advierte que dicha constancia de PCR negativo “emitido por un laboratorio certificado del país de origen” se presentará ante las autoridades de Control Sanitario para poder ingresar al país.
Los llamados protocolos sanitarios “ya implementados en la frontera”, en los que se acostumbra a realizar una nueva prueba de PCR, se mantendrán como hasta el momento, sin tener en cuenta los resultados de la prueba anterior a la entrada, informó el Minsap en un comunicado.