Las autoridades sanitarias de Cuba informaron este sábado del diagnóstico la víspera de 3 475 nuevos casos de COVID-19 y el registro de otras 15 muertes como consecuencia de la enfermedad pandémica, que no cede en la isla pese a las medidas restrictivas y la intervención sanitaria en poblaciones y territorios de riesgo con dos candidatos vacunales de factura nacional, cuya eficacia, según reportes oficiales, supera lo normado por la OMS para calificar de vacunas a estas fórmulas.
La cifra de nuevos positivos en 24 horas vuelve a ser la más elevada desde el inicio de la pandemia en el país caribeño, en marzo de 2020. Con ellos, los casos acumulados ascienden a 200 728, mientras que los fallecidos suman 1 337.
En su habitual conferencia matutina, el director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Francisco Durán, informó que todos los fallecidos fueron contactos de casos confirmados con anterioridad y que la mayoría de los decesos estuvieron asociados a comorbilidades que complican la evolución clínica ante el contagio de la enfermedad viral, aunque éstas no son indispensables para desarrollar cuadros de gravedad.
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Salud Pública (Minsap), 44 972 personas permanecen ingresadas en Cuba con motivo de la enfermedad pandémica. De ellas, 18 448 son casos confirmados y activos -la cifra más alta desde marzo de 2020-, mientras que 11 513 son sospechosas de un eventual contagio.
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Durán precisó en la conferencia que 90 de los nuevos casos fueron importados, es decir, tuvieron su fuente de infección en el extranjero, mientras que el resto fueron contagios derivados de eventos de transmisión autóctona, que suman 161 en la isla.
De los casos autóctonos, 3 289 fueron contactos de casos confirmados con anterioridad y en 96 no se había podido establecer la fuente de infección al cierre de la información oficial.
Matanzas, con 971 nuevos positivos, se mantiene como el territorio de peor situación epidemiológica. En la jornada de viernes le siguieron La Habana, Camagüey y Sancti Spíritus, con 426, 347 y 321 casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresadas 200 personas, de las cuales 72 son reportadas en estado crítico y 128 como graves.
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Durán enfatizó en la conferencia en la importancia de cuidar a los menores de 20 años, grupo etario en el que se viene incrementando el número de casos de COVID como parte del actual rebrote.
Este viernes fueron diagnosticados 567 pacientes en edades pediátricas (menos de 18 años), con lo cual se acumulan 27 892 desde marzo de 2020, el 14,1 por ciento de todos los diagnosticados en la isla.
En estos momentos, 2 262 menores son casos activos de la enfermedad pandémica. De ellos, 168 son menores de un año, incluidos tres recién nacidos.
