Activista de Unpacu denuncia acoso de la Seguridad del Estado

Keilylli de la Mora expuso el acoso continuo del que está siendo objeto por elementos de distintos órganos del Ministerio del Interior. En la madrugada de este sábado, un elemento con el uniforme de la Canina tocó a su puerta para molestarla y ofenderla
Keilylli de la Mora
 

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La activista de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) Keilylli de la Mora denunció el acoso continuo del que está siendo objeto por elementos de la Seguridad de la Estado u otros órganos del Ministerio del Interior (Minint).

Mediante una directa desde su perfil de Facebook, de la Mora narró que en la madrugada de este sábado había un represor en el pasillo que da entrada a su casa y que al increparlo, en tanto estaban invadiendo su privacidad, este la ofendió de palabra y calumnió llamándola “gusana” y “contrarrevolucionaria”.

Me di cuenta de que estaba allí porque mis perros empezaron a ladrar y luego me tocó la puerta de la casa sobre las tres de la mañana. Al abrir veo a un hombre de la canina y cuando le pregunto qué hace, me llama gusana, narró la activista, residente en Cienfuegos.

Según detalló, el hombre no la agredió físicamente y se fue cuando vio que de la Mora tenía su teléfono, quizás temeroso de que estuviera transmitiendo en vivo o grabándolo. Ella interpreta que la Seguridad del Estado lo mandó a molestarla.

Al final, todo se redujo a un intercambio de calificativos y consignas. Yo grité alto “abajo el comunismo”, dijo la activista en su directa, donde aseveró que continuamente la molestan y provocan.

Y después el juez de ejecución me dice que no denuncie más en redes. ¿Cómo no voy a denunciar si constantemente están sobre mí?, cuestionó de la Mora.

Voluntad de lucha

El pasado marzo, días después de ser liberada bajo el régimen de libertad condicional, Keilylli de la Mora, dijo a ADN Cuba que seguirá luchando hasta que Cuba sea libre o ella muera, “una de dos”.

La activista fue condenada en 2020 a un año y seis meses de cárcel por los delitos de “propagación de epidemias”, “desacato”, “atentado” y “desobediencia”.

Liberada con condiciones el 10 de marzo, fue la tercera ocasión que sufrió encarcelamiento. Las ocasiones anteriores, 2013 y 2018, fueron justificadas por la parte acusatoria por “peligrosidad predelictiva” y supuesta “tenencia de arma blanca y explosivos”.

La joven, de 27 años, atentó contra su vida varias veces e inició huelgas de hambre estando en prisión.

En julio de 2020 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares de protección a su favor, tras considerar que se encontraba en una situación de gravedad y riesgo.

 

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