Cuba: la gigantesca nube de polvo del Sahara podría evitar desarrollo de huracanes

Especialistas intentan verle el lado “bueno” al evento y esperan que la densa nube de partículas evite el desarrollo de los devastadores huracanes, particularmente destructores para un país asolado por la pandemia del coronavirus y el agravamiento de su crisis económica
 

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La gigantesca nube de polvo del Sahara que cubre el Caribe ya está sobre parte de Cuba y avanzará hasta cubrir todo el archipiélago durante el resto de la semana. Los modelos de pronósticos sugieren que los valores de las concentraciones de polvo estarán muy por encima de los niveles normales, factor que ocasiona un deterioro apreciable de la calidad del aire, informan expertos.

No obstante, los especialistas también intentan verle el lado “bueno” al evento, pues esperan que la densa nube de partículas evite el desarrollo de los devastadores huracanes, que en esta temporada serían particularmente destructores para un país asolado por la pandemia del coronavirus y el agravamiento de su crisis económica.

El Doctor en Ciencias Físicas Eugenio Mojena López, reconocido especialista en esta temática del cubano Instituto de Meteorología, ha dicho que, si bien de forma general las nubes de polvo comienzan a llegar a nuestro país entre marzo y abril, los máximos de días bajo tal condición atmosférica ocurren en junio y julio. 

El principal rasgo que distingue tales eventos es el predominio de una densa bruma, capaz de limitar la visibilidad a larga distancia, mientras el cielo se muestra con una tonalidad lechosa, explicó al diario oficial Granma.

Sin embargo, como esta desproporcionada nube de polvo que ya está sobre Cuba coincide con la temporada ciclónica, quizá cambie positivamente los pronósticos que se tenían sobre los temidos huracanes.

El profesor Mojena explicó que las nubes de polvo originan una masa de aire muy caliente y seco, con valores bajos de humedad, lo cual entorpece de forma significativa el surgimiento y desarrollo de los ciclones tropicales, pues les crea “un ambiente hostil”.

“Igualmente, incrementan la cizalladura vertical del viento en la altura, impidiendo que el sistema [ciclónico] pueda concentrar la energía para su formación y fortalecimiento”, citó el Granma.

Aunque se les empieza a reconocer, cada vez más, como un fuerte factor modulador de la actividad ciclónica en el Caribe, también disminuyen la probabilidad de lluvias en las áreas bajo su influencia, lo que, en el caso de Cuba, afectada gran parte del año por la sequía, tampoco es positivo.

Las nubes que por estos días provocan alarmas en el Caribe y el golfo de EE.UU. son generadas por las tormentas de arena y polvo del desierto del Sahara y el Sahel, en África. Llegan cargadas de material particulado pm 10 y pm 2,5, altamente nocivos para la salud humana al trasladar minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, además de virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.

Pueden alcanzar alturas de tres a siete kilómetros, y una vez alejadas del continente africano, buena parte de ellas avanzan en dirección oeste, bajo el flujo de los vientos alisios, propagándose hasta Cuba, el sudeste de Estados Unidos, México y Centroamérica.


El doctor Mojena López, dice que la presencia de estas nubes de polvo desérticoha convertido al Caribe en un verdadero corredor del asma y otras enfermedades respiratorias, sobre todo, en las personas mayores de 65 años y niños con edades hasta cuatro años, además de favorecer la aparición de alergias y problemas de la piel”.

También afecta las poblaciones de arrecifes coralinos, al propiciar que puedan ser atacados por un hongo endémico de África, transportado por ellas, y contribuyen a la proliferación de los denominados eventos de marea roja, asociados a grandes floraciones de algas, muchas de ellas tóxicas, y en la aparición de plagas en el arroz, frijoles, frutales, caña de azúcar y otros cultivos, publicó Granma.

Por su parte José Rubiera, Doctor en Meteorología, informó a media mañana de este martes que “los modelos continúan mostrando el avance del área de Polvo del Sáhara sobre Cuba, Centroamérica y México, desde ahora hasta el viernes 26”.

Además, dijo que “el viernes 26 entra al mar Caribe otra oleada de polvo, quizás con una menor concentración que la que ahora está pasando”.

Los especialistas recomiendan el uso de la mascarilla sanitaria o nasobuco para esta situación, además de la prevención de la COVID-19.

Personas asmáticas y alérgicas deben tomar precauciones y quedarse en casa”, recomendó Rubiera.

 

 

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