La enorme nube de polvo del Sahara ya impacta en Cuba, y ocasiona una importante “elevación de la temperatura y la sensación térmica”, explicó el Doctor en Meteorología José Rubiera.
Viene cargada con partículas de material altamente nocivas para la salud humana y contienen, además, minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, junto con virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.
El famoso científico, en una actualización sobre el evento ofrecida en este lunes en la noche, informó que “el actual evento de Polvo del Sáhara ya comenzó a influir sobre las Antillas Menores, Puerto Rico, y la República Dominicana desde ayer, y ha comenzado sobre el oriente de Cuba desde esta tarde. En su avance al Oeste, influirá también sobre el centro y occidente de Cuba desde mañana hasta el próximo viernes 26”.
Rubiera explica que cada año, en especial durante la segunda quincena de junio, el mes de julio y la primera quincena de agosto, varias oleadas de polvo del Sáhara se trasladan por el Atlántico y llegan al mar Caribe y el Sudeste de los EE.UU.
“Como vienen acompañadas de un aire muy seco, son las responsables de que en este período disminuya la lluvia, no tengan desarrollo las ondas tropicales, y se produzcan muy pocos ciclones tropicales en el Atlántico Tropical, desde África al Caribe”.
Sin embargo, lo que más caracteriza al actual evento, es la alta concentración de las partículas de polvo. Son tan pequeñas que alrededor de 30 de ellas, colocadas una al lado de la otra, caben en el grosor de un cabello humano.
Según compartió el especialista cubano, la Dra. Olga Mayol, de la Universidad de Puerto Rico, isla que está siendo fuertemente afectada por esta nube de polvo, considera que es el evento más importante ocurrido durante los últimos 50 o 60 años.
En Cuba, las mayores concentraciones, según modelos globales, ocurrirán en la región oriental del país desde este martes 23 y durante el miércoles 24, mientras que en el centro y occidente ocurrirán del día 24 al 25.
El meteorólogo más prestigioso de Cuba, informó que los valores de las concentraciones serán elevados, entre 150 y 250 μm/m³, con una media aproximada de 200 μm/m³. (Un micrómetro o micrón (μm) es la milésima parte de un milímetro).
“La capa de polvo sahariano ocasiona cielos blancos o blanquecinos, la disminución de las lluvias, y la elevación de la temperatura y la sensación térmica, que también ocurre, debido a que el polvo deja entrar la radiación solar, aunque difusa”, explicó.
“Es realmente un efecto invernadero, aunque ocurra de manera local”, dijo Rubiera en un comunicado que replicó en su Facebook.
Sin embargo, hay otros efectos que hay que tener muy presentes según el reconocido científico: “Al ser el polvo un contaminante atmosférico y aparecer en altas concentraciones, el polvo llega al aire que respiramos, lo que ocasiona trastornos, especialmente en personas asmáticas o alérgicas, que debe extremar sus precauciones; también puede presentarse tos, inflamación de garganta, ojos rojizos, llorosos y con escozor”.
Recomendó en estas circunstancias el uso de la mascarilla sanitaria o “nasobuco”.
“Siendo el nasobuco algo fundamental para la protección contra la COVID-19, ahora tenemos una razón más, adicional, para usarlo correctamente”, dijo José Rubiera.
Otros expertos han explicado que dichas nubes son generadas por las tormentas de arena y polvo del desierto del Sahara y el Sahel, las cuales pueden alcanzar alturas de tres a siete kilómetros.
Una vez emergidas del continente africano, avanzan en dirección oeste bajo el flujo de los vientos alisios, propagándose por el océano Atlántico hasta alcanzar el mar Caribe, Cuba, el sudeste de Estados Unidos, México y Centroamérica.