A pesar del avance del nuevo coronavirus en Cuba, las largas filas fuera de los comercios y tiendas no disminuyen, pues muchos ciudadanos temen que se agrave una escasez de alimentos y otros productos que ya parece, lamentablemente, constante.
Cuando aumenta incertidumbre sobre si se tendrá algo que llevar a la mesa, es difícil seguir las recomendaciones de aislamiento social que difunde la Organización Mundial de Salud.
Sin embargo, la solución de las autoridades es más control sobre los ciudadanos. La magnitud del problema es tal, que en la provincia de Las Tunas la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) crea “destacamentos para reforzar el enfrentamiento a las indisciplinas sociales y ayudar a disminuir la presencia de la población fuera de las casas”.
Según el periódico local del Partido Comunista, los representantes del régimen en esa provincia tienen “el interés de elevar el control popular en las zonas urbanas y rurales” ante las complicaciones de la Covid-19.
La UJC encabeza la iniciativa secundada por otras organizaciones afines al gobierno, que también en esto trabajarán en coordinación con la Policía Nacional Revolucionaria.
Este martes inició “la creación de estos grupos de trabajo que funcionarán en coordinación con los agentes del orden público y entre sus funciones está la vigilancia del ordenamiento de colas en los diferentes establecimientos y en las calles.
Paralelamente, en los barrios se reforzará la vigilancia en las cuadras para influir en la reducción de las salidas innecesarias de los hogares, principalmente, los grupos de las edades más vulnerables a la enfermedad”, explica la nota del órgano de propaganda.
Manuel Pérez Gallego, presidente del del Consejo de Defensa Provincial, ordenó “que se logre una célula de respuesta rápida en cada uno de los 83 consejos populares del territorio y que en las cuadras se sienta con mayor fuerza la labor preventiva de las organizaciones”.
Según el Periódico 26, en la reunión también se dijo que trabajan en “la ampliación de la búsqueda de alternativas para impulsar la producción alimentaria para los momentos que se avecinan”.
Lo cierto es que, por ahora, en lo que llega la comida, el control sobre los ciudadanos está garantizado.
Este miércoles, se informó en Las Tunas de un nuevo caso confirmado en la provincia: una niña de tres años de edad residente en el reparto Aguilera de la ciudad capital.
Evelyn Mendoza Cué comenzó con síntomas catarrales el día 26 de marzo y el 6 de abril fue ingresada en la sala de respiratorio del Hospital Pediátrico por “presentar una discreta inflamación pulmonar”, dijo el Diego Álvarez Dopazo, director del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología. Luego de aplicarle la prueba PCR y confirmar que tenía coronavirus, se rastreó 26 contactos asociados a el caso de la niña.