Como si la vida no les fuera ya demasiado dura, los cubanos tienen que lidiar ahora con el avance de la pandemia del coronavirus, además de su mal persistente que ha sido un gobierno incapaz de garantizar no ya una economía estable, si no la presencia de alimentos básicos en los mercados y tiendas del país.
Comprar carne de cerdo en los mercados de Las Tunas, provincia en el oriente de la isla, es casi imposible por estos días, según informa el periódico local que además reconoce que la situación no es nueva y “se extiende desde hace varias semanas”.
La ausencia en los mostradores del Estado de uno de los alimentos más consumidos en Cuba -donde no se permite a particulares comercializar la carne de res y en tiendas estatales no hay- ha disparado los precios en el mercado negro “no solo del bistec, sino también de hígados y otras partes” del cerdo.
Según el Periódico 26, es común que durante los primeros meses del año exista carencia de esta carne, pero la crisis actual se debe a que la Empresa Porcina no pudo “cumplir sus compromisos (…) en las entregas del 70 por ciento previsto en los convenios” con particulares, porque el Estado le debe alimento a los productores.
También habría “insuficiente disponibilidad de alimento animal acopiado en las unidades productoras".
El director de la Empresa Porcina, Idalexis Peña, explicó que “se adeuda a los productores más de 4 mil 900 toneladas, fundamentalmente a los que generan el convenio de preceba, porque se ha concentrado la mayor parte en garantizar los convenios que dan carne”.
El directivo insistió en que “es muy importante cumplir las orientaciones de sembrar alimento animal, especialmente yuca y maíz”, pues parece que la tendencia del Estado a no entregar pienso y otros alimentos procesados continuará.
Para los productores que tienen firmado convenios de entregar al Estado una parte de la carne que con mucho esfuerzo logran producir, a cambio de que este les facilite alimentos, la situación se vuelve tensa porque ante el incumplimiento por parte del gobierno “los animales no crecen al ritmo deseado y pactado”.
Según el medio de prensa, la mayoría de la carne de cerdo que se produce en la provincia se entrega a la Industria Alimentaria, y a centros también pertenecientes al gobierno como las “unidades de Comercio y Gastronomía”, y a los Mercados Agropecuarios Estatales”.
Sin embargo, no es suficiente para una población que padece un desabastecimiento sostenido en este y casi todos los renglones de la canasta básica, y ahora con la COVID-19 tiene que enfrentarse, mal alimentado, a un silencioso y mortal enemigo.
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