Cubanos residentes en Munich, Alemania, convocaron este 31 de mayo a una caravana en protesta por la represión en Cuba y las violaciones contra los derechos humanos.
La cita es para el jueves de 3 de junio, a las 2:00 p.m. —hora de Alemania— en la céntrica Plaza Esperanto de esa ciudad, según una convocatoria que circula en redes sociales para reunir marchistas.
Los cubanos saldrán a la calle con los lemas “no más dictadura”, “no más represión”, “libertad para todos los presos políticos”, entre otros.
Estas marchas se han vuelto una constante entre la comunidad cubana emigrada, que las utiliza para manifestar su desacuerdo con las arbitrariedades del gobierno de la isla. Ciudades como Miami, Madrid, Ciudad de México y Barcelona son escenarios recurrentes de manifestaciones como estas.
El Movimiento San Isidro (MSI), cuya labor ciudadana se realiza en uno de los barrios más pobres de La Habana, se ha convertido el detonante de estas marchas y en símbolo de la resistencia contra el gobierno.
Actualmente su coordinador, Luis Manuel Otero Alcántara, está recluido en un hospital contra su voluntad, luego de protagonizar una huelga de hambre y sed que ha levantado una ola de solidaridad entre los cubanos en el exterior.
A lo largo de las últimas semanas, cuentas de redes sociales asociadas a la Seguridad del Estado han filtrado videos que intentan demostrar el presunto bienestar y la recuperación del paciente, pero que consiguen más bien el efecto contrario.
Ante cada nueva filtración, para la sociedad civil independiente y simpatizantes de la lucha de Otero surgen elementos y muestras que apuntan a que éste estaría recibiendo tratamientos psiquiátricos encaminados a destruirlo mentalmente y borrarlo de la lucha política y artística en la isla.
No se sabe exactamente cuál es el estado de salud del artista luego de ser internado. Organizaciones opositoras y medios independientes permanecen a la expectativa, pues no sería la primera vez que un huelguista cubano muere mientras permanecía en instituciones de salud cubanas.
Orlando Zapata, el disidente cubano que murió tras 86 días en huelga de hambre en 2010, recibió tratamiento intravenoso en el hospital de Camagüey.
El 25 de mayo el Departamento de Estado de EE. UU. declaró su rechazo a la detención injustificada del artista cubano.
“Estados Unidos rechaza la detención de artistas por ejercer su libertad de expresión. El gobierno cubano no puede silenciar a sus críticos mediante la violación de sus derechos humanos. LMOA y Maykel ‘Osorbo’ Castillo deben ser liberados inmediatamente”, declaró la subsecretaria Julie Chung en redes sociales.