Familiares del artista Luis Manuel Otero Alcántara exigen acompañar al artista en el hospital para ser testigos de su recuperación y velar por su vida, informan medios independientes.
En declaraciones a Diario de Cuba, Enix Berrío, tío de Otero, sugirió que no confían en los partes médicos y que el gobierno cubano no tiene derecho a excluir a la familia de este proceso, debido al delicado estado de salud del artista.
“Es lo que se impone, el derecho de la familia a acompañar a Luis Manuel (…). También es un derecho de la familia que lo asista y valore un médico independiente. Porque si no, todos los partes médicos van a ser parcializados, para reforzar la matriz de que no está tan dañado, al menos físicamente”, aseguró Berrío a DdC.
“Se impone que acceda la familia a los cuidados que pueda tener en el hospital. Y si esta exige la presencia de un equipo médico independiente que pueda suscribir diagnósticos más objetivos, también creo que es pertinente hacerlo”, agregó.
En la madrugada del domingo fuerzas del régimen cubano irrumpieron en casa de Otero Alcántara y se lo llevaron, tras una semana en huelga de hambre y sed en protesta por el robo de sus obras de arte y el cerco policial.
Según la versión oficialista el líder del Movimiento San Isidro (MSI) fue internado en el Hospital Calixto García de La Habana, aunque en la información transmitida por medios estatales no se esclarece cómo fue sacado de su residencia. Otero aún permanece incomunicado.
Personalidades, organizaciones internacionales y gobiernos –entre ellos el de EE. UU.- se interesaron por la salud del artista y exigieron a La Habana atender sus demandas para salvar su vida y que depusiera la huelga.
Al respecto, líderes opositores cubanos emitieron una Carta Abierta dirigida al secretario general de Naciones Unidas para exigir al régimen cubano el fin de la represión contra activistas, artistas y periodistas independientes a favor de la democracia.
En la Carta, los activistas y defensores de los derechos humanos advierten sobre otros opositores que “murieron en instalaciones médicas encontrándose en huelga de hambre” o en “dudosas circunstancias” como Oswaldo Payá Sardiñas.
“Recordemos lo sucedido a Orlando Zapata Tamayo en 2010 y a Wilman Villar Mendoza en 2012” –recalcan-, quienes fallecieron en centros hospitalarios del régimen “después de sufrir tratos crueles e inhumanos y condiciones de insalubridad en cárceles de la Isla”.