Ronny Leonides Hidalgo se mostró indignado en redes sociales este fin de semana. El motivo para la molestia del cubano: la llegada de la primera factura de gas manufacturado, según las nuevas tarifas vigentes a partir de la llamada “Tarea ordenamiento”.
“Ahora sí que se volvieron locos, $400.00 de gas manufacturado, un desecho del refinamiento del petróleo, que para evitar la contaminación se usa como un producto para el uso del hogar”, criticó.
Al compartir en Facebook una foto de la factura, afirmó: “este es el consumo de dos personas, por mí que lo corten, no pago este ROBO”.
La estatal Empresa de Gas Manufacturado informó que, desde enero del 2021, “como parte de la eliminación de los subsidios y gratuidades con la Tarea Ordenamiento, la tarifa del servicio de gas será de 2,50 pesos cup por metro cúbico (m3) de gas consumido, según lectura del metro contador”.
Para los bolsillos de los cubanos, que deben pagar a sobreprecio todo tipo de productos en medio de una profunda escasez, las tarifas de gas, electricidad y otros son muy elevadas, a pesar de la baja calidad de los servicios estatales.
Gas caro, mal servicio
Recientemente Amelia Calzadilla, madre de tres hijos y desempleada, increpó en redes sociales al ministro de Energía y Minas del régimen, Liván Arronte, por la incómoda situación que vive su núcleo familiar, y otros 57 de su zona, como consecuencia de la carencia del servicio de gas para la cocción de alimentos.
“Somos 58 núcleos familiares del municipio Cerro, en La Habana, que el Estado nos dejó desamparados al suspender el suministro de gas. Son ocho años en los que hemos estado cocinando con electricidad y pidiendo se nos dé el servicio. De la situación saben todas las entidades, poderes e instituciones, pero tras todo este tiempo solo nos dan una respuesta: que hay escasez del recurso”, explicó Calzadilla en una directa desde su perfil de Facebook.
Visiblemente indignada, y preocupada ante el nuevo costo de la electricidad en Cuba, elevado en comparación con los salarios de la isla, la mujer narró que la historia de esos 58 núcleos y el gas empezó hace ocho años.
“Somos los núcleos de los edificios pertenecientes al Ministerio de la Construcción, ubicados en Calzada de Buenos Aires y Consejero Arango. Las viviendas les fueron entregadas a 58 trabajadores honestos, honrados y abnegados, pero cuando construyeron olvidaron darles suministro de gas. Llevamos ocho años reclamando.
El Cerro se encuentra en la red de gas manufacturado. No hay un punto de gas licuado cerca y ante nuestra constante queja, la empresa de gas manufacturado argumenta que no nos puede dar el servicio por escasez de recurso”, expuso Calzadilla, al tiempo que afirmó que su familia y los vecinos han hecho todo tipo de gestiones ante instancias y altos cargos.
“Le exijo al ministro una respuesta, que puede ser ponernos gas de la calle, ponernos gas licuado o disminuir la tarifa eléctrica para estos núcleos. Es una falta de respeto la indolencia ante nuestra situación y la respuesta de que hay escasez del recurso.
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Que busquen el recurso y busquen el método. Está bueno ya de falta de respeto. Todos se quitan el problema de arriba. Los burócratas del Departamento de Atención a la Población del Minem quieren que me haga partícipe del problema de escasez de recurso del país. No. Yo necesito imperiosamente que me resuelvan mi situación. El Estado tiene esa obligación”, concluyó demandando la madre afectada, que a ojos de funcionarios del régimen, según dijo, no está en una situación de vulnerabilidad porque en su domicilio hay otros trabajadores.
También subió el gas licuado
La abrupta subida de precios en el marco de la eliminación del CUC, a pesar del aumento de salarios y pensiones erogadas en el devaluado peso cubano, ha puesto en jaque a las familias cubanas desde finales del aciago 2020.
A partir del 2 de enero, el cilindro de gas licuado del petróleo (GLP) de 10 kg, conocido popularmente como “balita”, se despacha al precio de 213 pesos, informó la empresa estatal Unión Cuba-Petróleo.
“Los clientes de GLP, ya sean normados o liberados, tendrán derecho de adquirir el GLP siempre que dispongan de su cilindro vacío (el que debe constar en los controles oficiales), esto es válido para los clientes normados en los municipios donde hay venta liberada aprobada”, reprodujo el medio de propaganda gubernamental Cubadebate.
De acuerdo con la información, para los municipios que no tienen venta liberada se mantiene la entrega de la reserva dos veces al año. Se mantiene asimismo la no contratación de nuevos clientes.
Según el comunicado de Cuba-Petróleo, “para establecer el precio del GLP se tuvo en cuenta, el precio de la tonelada de GLP comprada en el mercado internacional”, dado que Cuba no compra este producto al precio mundial. La empresa del régimen asegura que por razones el embargo y el riesgo de sanciones a los proveedores, “el producto se adquiere a precios mucho más elevados que los precios oficiales”, además se incluye los costos de transportación marítima, almacenamiento, llenado y comercialización, la reparación de los cilindros y otros costos.
Todos estos componentes estarían incluidos en la subida de tarifa. “Es importante destacar que este precio no prevé subsidio”, destacó la nota reproducida en medios oficialistas.