Ivonne Lazo Abreu, ex trabajadora del Salud Pública en La Habana, renunció a su puesto de trabajo tras ofrecer declaraciones a nuestra revista ADN CUBA, sobre la visita de los Reyes de España a la Isla.
Lazo Abreu, vecina de calle Paula entre Habana y Compostela, en la barriada de San Isidro, renunció en la mañana de este jueves 14 de noviembre, bajo presiones del administrador de la Dirección Municipal de Salud en el municipio Habana Vieja. El funcionario la increpó por sus declaraciones para ADN CUBA, que fueron replicadas por el canal de televisión Univisión 23, según alegó la mujer en una posterior entrevista.
Identificado como Guillermo Linares Kessel, el administrador de la dependencia habría acusado a Ivonne de ser “contrarrevolucionaria”, y alzando la voz. Profiriendo incluso palabras obscenas, la habría amenazado con despedirla, pues ella no tenía un contrato laboral fijo, por lo que podía ser despedida en cualquier momento bajo cualquier pretexto. Sin embargo, ella decidió renunciar antes de lo que definió como “un inminente despido”.
“No los dejaron hablar con la oposición (…) ¿a qué vinieron? A gastar y a disfrutar lo poquito que tenemos”. “¿El Papa, qué hizo? Nada. Obama, igual… vino aquí a jugar dominó… a ver pelota. Si Antonio Maceo vive y ve todo el descaro que hay entre España y Cuba… y toda esa melcocha que hay…, yo creo que se vuelve a morir”, fueron algunas de las frases que dijo Lazo Abreu frente a las cámaras de ADN CUBA.
Al llegar a su trabajo este jueves, la señora fue llamada por el administrador, quien le manifestó desconocer si ella podría seguir trabajando allí, “porque no sabía si repercutía o no la entrevista que había dado, porque todo el mundo la había visto por la antena [servicio de televisión ilegal en la Isla]”.
“Me sentí presionada por eso, porque ya venía presionada, porque él en varias ocasiones me llamaba la atención, me regañaba por gusto (…) y renuncié al trabajo”, agregó, y dijo que en la institución siempre la amenazaban con cerrarle el contrato.
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La mujer asegura tener un testigo que puede corroborar los malos tratos en su contra, pero no lo quiere comprometer “porque lo van a botar también”.
Ivonne fue miembro del movimiento Damas de Blanco, tiene una niña de 3 años y además asume la manutención de su madre y una hermana, con el salario que le pagaban en el sector estatal, sin contar con ninguna otra ayuda para sostener a sus familiares.
Martha Abreu, madre de Ivonne, contó que se siente triste porque su hija “tiene su idea y nadie se la puede quitar”, y “ella no dijo nada malo”. “Si ahora no tiene trabajo, no tendremos ni para comprar pan”, comentó.
Además de hostigar y reprimir a los ciudadanos que disienten, el régimen cubano impide a muchos opositores tener empleos en el sector estatal, o los discrimina dentro del sistema educativo para aislarlos del resto de la sociedad.
El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, afirmó el pasado mes de octubre ante una representación de cubanos residentes en Irlanda que, “en Cuba no todo el mundo es revolucionario, ni todo el mundo está con la revolución y a nadie se le persigue por estar o no con la revolución”.
Con la renuncia de su puesto laboral, ante el despido anunciado por ejercer su derecho a la libertad de expresión, una familia cubana queda prácticamente en el desamparo, sin su principal sostén económico; un hecho que contradice las afirmaciones de Díaz-Canel en Dublín: “nosotros por política, y por sentimientos no excluimos a nadie”.