El embajador británico en Cuba, Antony Stokes, negó este jueves que exigir respeto a los derechos humanos en Cuba sea una injerencia en los asuntos internos de la isla, como el oficialismo del régimen ha pretendido siempre hacer ver.
La observación de Stokes se produjo en Twitter, donde respondió al académico cubano y exdiplomático del régimen Carlos Alzugaray, quien criticó los recientes pronunciamientos del senador estadounidense Bob Menéndez sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
En opinión del legislador demócrata, de origen cubano, la administración Biden debería pedir que La Habana demostrase resultados tangibles para los derechos del pueblo durante un eventual nuevo acercamiento.
Para Menéndez, el respeto a los derechos humanos de los cubanos es esencial para lograr relaciones más profundas y ello fue calificado por Alzugaray como un posicionamiento que sigue la “lógica injerencista”.
Sin embargo, para Stokes, “pedir medidas para respetar los derechos internacionalmente reconocidos no es injerencia, sino nuestro deber, incluso si nos perjudica”.
Tal postura, agregó, no significa que Reino Unido no se oponga al embargo estadounidense contra Cuba y que no vaya fortaleciendo sus relaciones con la isla sin imponer condiciones.