Las autoridades sanitarias cubanas reportaron este 2 de septiembre un número inaudito de muertes por coronavirus: tres fallecidos, lo que eleva la cifra a 98. Al cierre del día de ayer se diagnosticaron 61 casos nuevos, para un total de 4126, a más de cinco meses del inicio de la pandemia.
La Habana es la provincia con mayor número de enfermos, con 46 del total de diagnósticos reportados. Por esta razón, este martes la ciudad entra prácticamente en estado de sitio para reducir drásticamente la propagación del virus, una decisión que tomó el régimen la semana pasada.
Pero no todos los fallecidos cubanos se reportan en la isla; por desgracia, algunos mueren en el extranjero, aunque la prensa oficial prefiera dar poca cobertura a esta información dolorosa. Es el caso de algunos médicos y trabajadores de la salud que residen en Venezuela.
El 27 de agosto murió el joven de 28 años Leonel Rafael Batista Hierrezuelo; a inicios de la semana también murió Yoel Rodríguez, de 46 años. La víspera, se sumó un tercer médico cubano, Pedro Antonio Milán Barreiro.
Hay más de 1206 personas ingresadas en los hospitales bajo vigilancia y, de ellas, 568 se mantienen con la enfermedad. Se reportan cinco pacientes en estado crítico y 17 en estado grave.
En el último mes, las provincias más afectadas con esta segunda ola del virus han sido La Habana, Artemisa, Villa Clara y Pinar del Río, por lo que en determinados barrios y zonas existen cuarentenas obligatorias.
De los 61 casos diagnosticados, 60 son cubanos y hay un extranjero. De ellos, 51 fueron contacto de casos confirmados previamente y en 10 se investiga la fuente de infección, según el último reporte del Ministerio de Salud Pública. Unos 34 del total de casos nuevos eran asintomáticos.
El pasado 11 de marzo se confirmaron los primeros casos positivos de infección de coronavirus en Cuba, con tres turistas de visita en el país, según datos del Minsap.
A finales de junio comenzó la reapertura de la isla por etapas: primero en provincias y luego en la capital, sin embargo, semanas después se vio un incremento de casos.
Desde el pasado 31 de marzo, el primer ministro del régimen cubano, Manuel Marrero Cruz, anunció la suspensión total de los vuelos a la Isla, lo que significa que ni los cubanos ni extranjeros residentes pueden entrar al país, salvo situaciones excepcionales.
"El avance de la pandemia nos ha llevado a valorar la situación de los aeropuertos. Se ha tomado la decisión de suspender todos los vuelos de pasajeros a Cuba. Necesitamos eliminar el arribo de pasajeros que sigue siendo un riesgo para la salud de las personas", señaló entonces el jerarca.
Sin embargo, desde el 1 de julio, el régimen, en busca de liquidez, abrió los aeropuertos de los cayos para recibir turistas. A ellos no se les exige prueba PCR negativa, sino que está será realizada a su llegada, y si son positivos, se les atenderá, cobrándoles, por supuesto.
También el Ministerio de Turismo (Mintur) venderá viajes para recuperarse de la pandemia en los mismos cayos.
A nivel mundial se han confirmado más de 25 millones 500 mil enfermos y 850 mil fallecidos. La Organización Mundial de la Salud reporta 185 países con transmisión.
