No puede ser. De verdad que no. Es como si no hubiese bastado el pasado año con la carne de avestruz, el cocodrilo y la jutía, o éste con la limonada y el guarapo. Las ocurrencias en Cuba para solucionar la continua crisis alimentaria no tienen fin.
Con pandemia o sin pandemia, en Cuba la comida escasea. Lógicamente, ante una contingencia sanitaria todo es peor y quizás por ello las ocurrencias se disparen y vengan una tras otra, con una frecuencia menor a la que estábamos habituados.
Ya creímos que la cura del mal alimenticio en nuestra isla “rebelde” y socialista estaba en el gandul, en la moringa y en muchas otras plantas en las que nuestros comandantes “liberadores”, que saben de todo lo que puede saberse, lo mismo del arte de la guerra que de la culinaria y la nutrición, creyeron haber hallado la luz o el santo grial.
Como no fue suficiente, Guillermo García torció la vista hacia especies animales exóticas, sin importar si están en peligro de extinción o no, o si nutren bien o no, como la siempre negada res o el no siempre abundante y accesible cerdo.
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Hace pocas semanas, el actual presidente decorativo del régimen pensó que era mejor y más fácil voltearnos a las bebidas, por lo que la solución a la crisis pudiera estar en la limonada y el guarapo. Quizás pensó que tuvo razón el imitador del Comandante en Jefe en la Mesa Retonta cuando dijo, y demostró, que muchos en Cuba aducían tener hambre, pero realmente lo que tenían era sed. Siguiendo esa lógica, con tres jarras de guarapo cualquiera se sostiene un día y hasta más.
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Pero para males mayores, ahora en Santiago de Cuba presentan a la berenjena como producto alternativo para solventar la crisis alimentaria actual.
“La Asociación Culinaria de Santiago de Cuba presentó este jueves el Taller de Elaboraciones a base de Berenjena, con el propósito de desarrollar nuevas propuestas para el uso de este vegetal, como producto alternativo y extensor con importantes valores nutricionales. En presencia de Lázaro Expósito Canto, presidente del Consejo de Defensa Provincial, expertos de la culinaria en representación de cada municipio, dieron a conocer sus recetas desde la Casa del Chef santiaguera, para su posterior aplicación en beneficio del pueblo”.
Así, tal cual, expone una publicación en Facebook del periodista Carlos J González, acompañada por imágenes de todas las grandes creaciones que los chefs santiagueros idearon a partir de la berenjena.
Y no es criticar por criticar. Ciertamente la berenjena, como cualquier otro vegetal, es muy nutritiva y contentiva de buenas propiedades para la salud humana y el buen funcionamiento del organismo.
Sin embargo, es curioso que hablen de ella como alternativa. ¿Alternativa de qué? ¿De la carne ausente, de vegetales escasos o no cosechados?
Parece que esté más vinculada a la primera, esa fuente de proteínas que año tras año se le niega en producciones abundantes a un sistema que al llegar tenía cabezas de ganado per cápita suficientes, y hoy hace malabares para poder distribuir la poca que produce entre sectores vulnerables y privilegiados de siempre.
Sea como fuere, hay que reconocer la inventiva de los chefs (magos) santiagueros. Es muy fácil crear con todos los ingredientes y alimentos a disposición, mas ellos, con berenjena y poco más, han sido capaces de poner a disposición de un pueblo apetitoso rollitos de berenjena tropical y abanicos de berenjena, así como otros platos un poquito más difíciles de materializar como la berenjena con embutido y queso y la empanada de berenjena y atún.
Así que, si la escasez y el hambre aprietan, a darle una oportunidad a la berenjena. Si se la dimos a otros alimentos milagrosos o salvadores, por qué no dársela a ella, que además siempre se ha dicho que ayuda a perder peso.