Ante la inclusión de Estados Unidos a la Lista restringida de Cuba, de nuevas siete subentidades que tendrán prohibido realizar negocios con compañías o ciudadanos estadounidenses, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel publicó en su cuenta oficial de Twitter:
“El gobierno imperial aplica nuevas sanciones que afectan al pueblo cubano, mientras que el pueblo norteamericano es duramente azotado por la pandemia y la escalada racista. Que gobierno tan inmoral, prepotente y perverso”
“Aquí no se rinde nadie”, aseguró el presidente cubano, recurriendo al final de su tuit a la etiqueta del régimen #NoMásBloqueo.
“Estas siete subentidades benefician desproporcionadamente a la dictadura de Castro, régimen que utiliza las ganancias de estos negocios para oprimir al pueblo cubano y financiar su interferencia en Venezuela, a expensas del pueblo cubano o de la empresa privada en Cuba”, señaló el comunicado del Departamento de Estado de los EE.UU.
Entre las siete subentidades hay una institución financiera controlada por el ejército, tres hoteles de propiedad militar, dos centros de buceo de propiedad militar y un parque marino para turistas, también propiedad de oficiales del ejército cubano.
“La inclusión de la empresa financiera FINCIMEX a la Lista de Restricciones de Cuba “ayudará a abordar los intentos del régimen de controlar el flujo de divisas que pertenece al pueblo cubano. El pueblo debe tener la libertad de decidir qué hacer con su propio dinero”, subrayaron.
Díaz-Canel apela a la crítica del gobierno norteamericano, mientras el pueblo cubano sufre -en medio de la pandemia del nuevo coronavirus-, una profunda crisis por la escasez de alimentos, suministros básicos, desabastecimiento de productos de primera necesidad e insuficientes materiales para la producción.
La administración de Díaz-Canel propone al pueblo que colabore con las arcas del estado y haga donaciones económicas para ayudar a garantizar “la producción de alimentos”. A su vez, las autoridades policiales realizan en toda la isla: decomisos a productores y trabajadores particulares (luego trasmitidos por los medios de propaganda del estado), multas por cuestionados delitos, reprime a opositores y activistas por los derechos humanos, persigue y sanciona a periodistas independientes y cualquier ciudadano, cuyas opiniones desmientan el discurso del régimen.
Mientras Díaz-Canel tilda de “inmoral” al “gobierno imperial”, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó el informe de país “Situación de Derechos Humanos en Cuba”, en el cual presenta un panorama general de la situación de derechos humanos en el Estado cubano durante el periodo 2017 a 2019.
En el documento se reconoce “la falta de participación política y elecciones libres por la persistencia de un partido único; así como, la falta de disposiciones para asegurar la separación de los poderes, mediante una Asamblea Nacional que sigue detentando varias potestades, y la falta de condiciones que brinden garantías para la independencia judicial”.
La Comisión precisó que desde hace 37 años la CIDH no elaboraba un informe de país bajo el artículo 60 de su Reglamento. Ante la falta de anuencia del Estado cubano para poder realizar una visita de observación y por la preocupante información recibida sobre la grave situación de derechos humanos en ese país, la CIDH hace públicos los resultados obtenidos y presenta recomendaciones dirigidas al gobierno cubano con el fin de promover políticas públicas que garanticen los derechos en democracia.
La CIDH subrayó en el informe los riesgos que enfrentan las personas defensoras de derechos humanos, activistas y opositores, quienes son víctimas de detenciones arbitrarias de corta duración, procesos de criminalización y persecución judicial; así como, de constantes restricciones de viajes internacionales, o castigos a su regreso al país.
Analiza además, la situación que enfrentan algunos grupos en situación de vulnerabilidad como: “la invisibilización de las personas afrodescendientes, la discriminación y violencia contra mujeres y personas de la comunidad LGBTI, la situación de niñas, niños y adolescentes y personas con discapacidad, restricciones al ejercicio pleno al derecho de circulación y residencia tanto al interior del país como al exterior, y la persistencia de condiciones deplorables de detención de las personas privadas de la libertad”.
La CIDH enfatiza que “Cuba sigue siendo el único país del Hemisferio en el cual no existe ningún tipo de garantías para el ejercicio del derecho a la libertad de expresión y mantiene su preocupación por las graves afectaciones a la libertad de opinión, expresión y difusión”.