Marriott International, la única compañía estadounidense que administra un hotel en Cuba, el Four Points Sheraton en La Habana, aseguró que el gobierno del presidente Donald Trump le ordenó cerrar sus operaciones antes del 31 de agosto.
El operador del hotel recibió un aviso de que su licencia emitida por Washington no se renovaría, según una portavoz de la compañía. Esa licencia fue emitida durante la distensión cubano-estadounidense entre 2014-2016 emprendida por el expresidente demócrata Barack Obama, una flexibilización con La Habana que ha retrocedido desde que Trump llegó a la Casa Blanca, reforzando el embargo de seis décadas contra la isla.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos también informó a Marriot que “no se le permitiría abrir otros hoteles en Cuba que se hayan estado preparando”, señaló la vocera, citada por la agencia de noticias Reuters.
La noticia llega en medio de la escalada de tensiones entre Washington y La Habana, que tiene consecuencias económicas pero un claro trasfondo político. El 3 de junio, el Departamento de Estado incluyó a siete empresas cubanas en la “lista negra” de entidades que tienen prohibido establecer relaciones económicas con empresas estadounidenses.
“Estas siete subentidades benefician desproporcionadamente a la dictadura de Castro, régimen que utiliza las ganancias de estos negocios para oprimir al pueblo cubano y financiar su interferencia en Venezuela, a expensas del pueblo cubano o de la empresa privada en Cuba”, señaló el comunicado.
Agregó que entre las siete subentidades hay una institución financiera controlada por el ejército, tres hoteles de propiedad militar, dos centros de buceo de propiedad militar y un parque marino para turistas, también propiedad de oficiales del ejército cubano.
El punto en común de todas las empresas sancionadas es que pertenecen al grupo empresarial de las Fuerzas Armadas Cubanas, GAESA, centro neurálgico de la economía del régimen y principal sostén financiero de su cúpula militar.
Las nuevas sanciones estadounidenses fueron calificadas de “vergonzosas y criminales” por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en un tweet difundido el mismo día. “Rechazo enérgicamente sanciones anunciadas por Secretario Pompeo EE. UU. contra 7 entidades de Cuba, diseñadas para afectar a las familias cubanas”, dijo.
Recientemente, el gobierno de EE. UU. incluyó a Cuba en una lista especial de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo, alegando que La Habana daba cobijo a miembros del colombiano Ejército de Liberación Nacional, organización catalogada por Washington como terrorista.
Según expertos, la inclusión de Cuba en esa lista justifica legal y políticamente las acciones del gobierno ante la opinión pública nacional e internacional, y es un claro mensaje de que la administración Trump está dispuesta a tomar medidas severas con tal de que Cuba cambie de régimen y abandone sus alianzas con gobiernos enemigos de EE. UU., especialmente Venezuela.