Por: Sergio Ángel (@angelsergioa) y Camila Herrera (@camilaherrera_a)
De manera espontánea y como expresión libre de la sociedad civil se hizo un llamado a protestar por los altos costos de internet en Cuba durante los días 30 y 31 de mayo. Los paquetes de hasta 4G de datos oscilan entre 7 y 40 pesos convertibles. Mientras, el salario promedio de un cubano es de 31 pesos convertibles.
Esta iniciativa utilizó a Twitter como plataforma para expresar el descontento con las tarifas de internet y su desproporción respecto a los ingresos de la mayoría de los cubanos. Para esto se propuso el uso de ciertos hashtags, entre los que se destacaba: #BajenLosPreciosDeInternet, debido a que permitía transmitir con claridad la finalidad de la protesta.
Sin embargo, al llamado libre y espontáneo de la sociedad civil donde se destacaban activistas y periodistas independientes, le apareció el mismo Leviatán de siempre, ese Estado totalitario que persigue por las calles de La Habana o de Matanzas, pero que también es omnipresente y vigila y controla las redes. Es así como el oficialismo a través de ETECSA se organizó para boicotear el tuitazo haciendo uso de otros hashtags que contrarrestaran el mensaje de la protesta, teniendo como referente principal #CubaInformatiza y #EtecsaEsDeElPueblo.
Aunque los registros de la protesta son positivos y muestran una acción masiva y coordinada de una sociedad civil, que durante años ha vivido del miedo a las represalias y la desesperanza frente a un cambio, es preciso presentar un análisis completo donde se contemplen los Hashtags utilizados por los ciudadanos de a pie y los hashtags utilizados por la Empresa de Telecomunicaciones (ver Cuadro 1).
Cuadro 1. Hashtags usados durante el 30 y 31 de mayo respectivamente.
Aunque se utilizaron una gran variedad de etiquetas, es posible hacer una comparación de la protesta ciudadana en redes y el boicot de ETECSA haciendo uso de únicamente tres Hashtags para cada campaña. De manera que, al revisar el número de tuits se puede encontrar una abrumadora diferencia en la cantidad, mientras que aquellos que rechazan las tarifas de la empresa y se quejan del servicio solo tienen cerca de 22 mil publicaciones, la defensa de la empresa cuenta con cerca de 104 mil publicaciones (ver Gráfica 1). Una diferencia abismal que muestra el poder totalitario en las redes de un Estado que coopta a sus empleados para que sigan directrices de apoyo o que tienen un ejército de bots para apoyar, mientras que iniciativas autónomas se ven restringidas por los costos que limitan al poder de convocatoria aislado a la acción colectiva y coordinación de individuos diversos.
Gráfica 1. No. de tuits con hashtags de boicot y con hashtags de la ciudadanía
Dos son los aspectos del contenido en los tuits: primero, que en la nube de palabras de la campaña de ETECSA aparecen varios hashtags de rechazo a la empresa, lo que significa que también fueron usadas estas etiquetas por los promotores de la campaña ciudadana para menguar el impacto de la acción estatal; y segundo, que el mensaje de rechazo a la empresa es claro en las dos nubes de palabras, seguramente por la diversidad de consignas utilizadas por la ciudadanía. Esto último es importante debido a que muestra diversidad en la iniciativa ciudadana a diferencia de la iniciativa de cooptación lanzada desde la empresa con etiquetas claras y definidas.
Gráfica 2. Nubes de palabras con hashtags de boicot y con hashtags de la ciudanía
Sin embargo, la diversidad de etiquetas en rechazo a las tarifas de internet no está acompañada por una tendencia positiva que favorezca los hashtags de protesta. Al analizar la tendencia de los tuits con los hashtags de la campaña ciudadana se observa que prevalece la imagen negativa hacia la empresa con un 55,1%, pero al mirar la tendencia se observa que en varios momentos se posiciona la imagen favorable; en cuanto a los tuits con los hashtags de la campaña de ETECSA se encuentra que por una abrumadora diferencia el 69,9% de los tuits favorecen a la empresa y durante todo el tiempo de observación la tendencia positiva supera a la negativa (ver Gráfica 3). Es de anotar que el comportamiento de las curvas de tendencia es similar y puede sugerir un permanente monitoreo de la empresa a la iniciativa ciudadana.
Gráfica 3. Análisis de sentimientos y tendencia hashtag de protesta y de hashtags de boicot
Aunque los resultados acá presentados muestran un panorama desalentador para la iniciativa ciudadana, en la medida que muestran que el Estado controlador también controla las redes sociales y está al tanto de las iniciativas ciudadanas, también puede ser visto como un gran logro del despertar ciudadano y de la iniciativa privada.
Se trata de la lucha entre una maquinaria engranada durante sesenta años y una espontánea y heterogénea iniciativa de ciudadanos que de forma libre consigue romper con el unanimismo de años en Cuba. Primero fue la ruptura en unos comicios controlados por el Estado-Partido en donde se pasó del 99% de los votos en apoyo al oficialismo al 73% (referendo 2019), ahora se trata de un plebiscito tuitero en el que se arrastra ese porcentaje hasta el 55,1% favorable de la iniciativa ciudadana.
La trinchera de los móviles puede ser el escenario para presionar por cambios en un régimen que proclama la continuidad. Pero no podemos llevarnos a engaños y suponer de forma simplista que el tuitazo fue un éxito, sin reconocer que el régimen sigue teniendo una gran capacidad de control y unos tentáculos que se extienden desde la calle hasta las redes sociales. Se debe juzgar por completo el panorama y dar continuidad a estas presiones por cambios, porque si algo está claro es que la vigilancia está pendiente de los reclamos ciudadanos.
Autores:
Sergio Angel (@angelsergioa) Investigador Principal del Programa Cuba (Universidad Sergio Arboleda, Colombia)
Camila Herrera (@camilaherrera_a) Profesional en Política y Relaciones Internacionales (Universidad Sergio Arboleda, Colombia)