Poco se ha conocido del pelotero César Prieto, desde su fuga del equipo nacional de Cuba el 26 de mayo, apenas llegar a Estados Unidos para participar en el Preolímpico de Béisbol de Florida (Estados Unidos). Cuando el segunda base de Cienfuegos –principal prospecto de la isla para ascender a Grandes Ligas–, de improviso corrió hacia un auto y desapareció, comenzó un camino nefasto para la delegación que incluyó la derrota en el torneo y el escape de otros tres integrantes.
Dos semanas después del sonado abandono, Prieto continúa en el estado de la Florida, con muy bajo perfil, e iría a República Dominicana para desde allí aspirar a un contrato en Major League Baseball (MLB).
Uno de los “representantes” actuales del pelotero dijo a Swing Completo (SC), bajo condición de anonimato, que el atleta “está bien, tranquilo y satisfecho después del paso importante que dio”.
Prefieren no dar muchos detalles sobre lo que sucede con Prieto actualmente, para no “poner en riesgo el proceso”. Sin embargo, la fuente de SC declara que esperan unos días para crear las condiciones que permitan al deportista continuar “su entrenamiento y en el momento que sea posible hacer el showcase y finalmente detallar todas las cuestiones legales”.
“Es muy probable que viajemos a Dominicana para establecernos allí como sucede con la mayoría de los peloteros, pero hay cosas que tienen que cumplirse para eso de las cuales no podemos hablar mucho y eso siempre ha pasado con los peloteros que se han quedado o se han ido de Cuba por otra vía. Pero estamos claros que el viajar a un tercer país es la mejor opción económicamente hablando, pues de lo contrario César no podría optar por el draft internacional de permanecer en Estados Unidos, y su contrato se vería muy afectado”.
Según esta persona, la decisión de abandonar el equipo fue de César Prieto: “simplemente él se interesó en nuestra oferta y más nada, pues habíamos hablado desde que él estaba en Cuba y decidió confiar en nosotros”.
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En la entrevista con Swing Completo, quienes manejan esta etapa en la carrera de Prieto dejaron claro que el segunda base continuará sin hacer declaraciones públicas durante bastante tiempo, al contrario de lo ocurrido con el lanzador Lázaro Blanco (35 años), que también rompió con la Federación Cubana de Béisbol.
“(…) ahora no es el momento porque puede ser problemático para todo el mundo”, concluyó la fuente.
¿Qué ofrecía el régimen a Prieto?
Dos días después del abandono, la televisora local estadounidense, América TeVé, filtró un audio atribuido al camarero cienfueguero, donde explica las razones de su decepción y motivaciones para fugarse en Florida. En el mismo, se escucha a Prieto explicar a un conocido que desde la isla lo presionaban con razonamientos como “ten cuidado no te quedes” o “tienes que volver, que tu futuro está aquí”.
Sin embargo, agregó que en Cuba lo tenían “dormido” con un contrato que no llegaba nunca. “Llegas aquí y el contrato no está y la Serie entera de nuevo”, cuenta el joven de 22 años.
“Así estamos viviendo, vamos a ver, asere. Llevo el año entero jugando aquí, cogiendo un sol de pi (…), vamos a ver”, vuelve a decir el pelotero dejando entrever la posibilidad de que tendría que tomar una decisión una vez pisara suelo norteamericano.
En febrero del 2021, Prieto había firmado un contrato con los Olmecas de Tabasco de la Liga Mexicana de Béisbol, pero solo se puso la camiseta para la foto de rigor. Supuestamente, el estar involucrado en la clasificación olímpica de Cuba le imposibilitó llegar a tiempo a los entrenamientos del team mexicano.
Unos meses antes el propio jugador había señalado que tenía la vista puesta en el béisbol de Japón, pero tampoco pudo “amarrar” nada.
Con apenas cuatro Series Nacionales a sus espaldas, el joven era uno de los mejores peloteros de Cuba. Asistió a dos finales de la pelota en la isla, acapara un título, el Premio al Novato del Año, par de Bates de Plata, un Guante de Oro, entre otros lauros. Actualmente aparece entre los 10 mejores averages de Cuba de las últimas tres temporadas.
Portada: César Prieto cuando jugaba con Elefantes de Cienfuegos. Foto: Aslam I. Castellón Maure
